Revisando
escritos antiguos, he encontrado uno del 2003 que habla de nuestra ascensión al
Pico Boum, uno de los tresmiles poco visitados del Valle de
Benasque. El relato extenso, un tanto retro y con fotografías, describe al detalle
una salida que casi había olvidado. Me ha parecido distraído,aún vigente
(“solo” han pasado 13 años) y de posible interés para quien quiera subir esta montaña. Así
que he decidido compartirlo publicándolo en el Blog.
La
ruta que hicimos, la “normal” desde España, alcanza la cima desde el
valle de Remuñe tras salvar algo mas de 1200 metros de desnivel. El recorrido presenta
tres partes. La primera es una “plácida” aproximación por el buen camino del valle. La llegada al
rellano en que se encuentra el Ibonet de Remuñe marca el inicio del segundo sector. Sin camino y
por un terreno empinado de alta montaña se supera un zócalo de orografía compleja
en el que, según la época, pueden encontrase neveros mas o menos pendientes.
Esta subida conduce a la parte final de la ascensión, una pared
de roca no muy fiable de un centenar de metros de altura que requiere hacer una
escalada poco difícil pero áerea y expuesta, con muchos pasos de II y alguno de
II+.
El Boum no es un tresmil fácil. Requiere un forma
física aceptable, saberse mover en terreno de alta montaña y tener un mínima practica
de escalada. Pero la cima, la belleza del entorno, las vistas y el hecho de
superar, por muy poco, la mítica barrera de los 3000 metros, bien lo valen.
El
no disponer del track de nuestra ascensión (en aquella época nadie llevaba GPS)
y no haber vuelto a esta montaña, hace que los datos de alturas, tiempos y
distancia que doy sean aproximados, pero no deben de ir muy lejos de la realidad.
Las fotografías tampoco son nada del otro mundo (nuestras cámaras era muy
sencillas) pero permiten darse una idea de como es la ruta. Estas carencias
quedan sobradamente compensadas por una crónica exhaustiva y, en algún momento apasionada, un tanto alejada de los escritos, mas bien sobrios, que hago en la
actualidad. Su lectura me ha hecho revivir momentos que tenía escondidos en mi
memoria y darme cuenta de que ha cambiado la forma en que voy a la montaña. También
me ha hecho coger ganas de repetir esta ascensión, aunque mi nivel actual esta
por debajo del de entonces. Y es que el tiempo no pasa en vano…
Picos de Malpàs (izquierda), Boum (centro) y Mall Barrat (derecha), vistos desde la cima de la Tuca de Literola |
Tipo Actividad
|
Ascensión de alta montaña con un tramo
final de escalada poco difícil
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Fecha
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Domingo 20 de Julio 2003
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Asistentes
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Alvaro,Jose Antonio,Santiago y Enric
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Zona
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Pirineo aragonés. Valle de
Benasque
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Inicio ruta
|
Inicio del camino del valle de Remuñe, unos
300 m antes del final de la carretera
asfaltada del valle de Benasque A-139 (1800 m), cerca del Hospital de
Benasque. Hay un poste indicador
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Final ruta
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Recorrido
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Ver tabla adjunta
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Cent Cims (*)
|
No
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Noche
|
No
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Horario
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Total
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9 h
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Efectivo
|
7 h 45
min aprox
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Cota (m)
|
Mínima
|
1800 (Ctrra del Valle de Benasque)
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Máxima
|
3006 (Pico Boum)
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Climatología
|
Buen tiempo. Viento fuerte
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Visibilidad
|
Muy buena
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Nieve-hielo
|
Grandes neveros residuales por encima de
los 2500 m
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Desnivel Acum (m)
|
Ascenso
|
1250
aprox (**)
|
Descenso
|
1250 aprox
(**)
|
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Distancia (Km)
|
12,8 aprox
(**)
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Dificultad global
|
Alta
|
|||||
Dific.Física
|
Alta-Muy Alta
|
IBP index
|
No
|
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Dific.Orientación
|
Baja hasta el Ibonet de Remuñe. Media para
el resto de la ruta
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Dific.Psicológica
|
Baja hasta el Ibonet de Remuñe (camino).Media
en la canal de acceso a la faja (empinada y vertiginosa) y en el tramo
posterior hasta la base de la pared (encontramos neveros de inclinación moderada).
Alta en la escalada de la pared (aérea y expuesta)
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Dific.Técnica
|
Baja hasta el Ibonet de Remuñe (caminar).
Media en la
canal de acceso a la faja (empinada, pequeños pasos rocosos) y en el tramo
posterior hasta la base de la pared (pedreras incómodas y neveros de
inclinación moderada). Alta en la pared final (escala PD, con muchos tramos
de II y algún paso de II+).
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Material
|
El propio de una ascensión de alta montaña
estival. Piolet, crampones, cuerda (mejor de 50 o 60 m si se quiere rapelar
en la pared, si no basta con 30 m), cintas y mosquetones. Casco y arnés recomendables.
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Cartografía
|
“Aneto-Maladeta”, 1:25000,
Ed.Alpina, 2015
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Bibliografía
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“Posets-Perdiguero”, Itininerario 19 y ascensión 7c,David Atela,
Colección Guías Montañeras, Ed.SUA
La ruta esta descrita em varias entradas de Internet. Recomendamos la
del blog Bailando con Sarrios
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Valoración
|
Magnífica ascensión de alta montaña a un
tresmil escarpado, nada fácil y poco visitado, que comporta realizar una
escalada PD aérea y expuesta. Entorno bravío y solitario, mucho ambiente en
la parte final. Grandes vistas.
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Comentarios
|
-La actividad no es muy larga. Saliendo
temprano se puede estar de vuelta para comer.
-Totalmente desaconsejable con tiempo
inestable. Es mal sitio para que nos coja lluvia o tormenta.
-Al ser una ascensión de alta montaña, las
condiciones dependen de la época. Hasta bien entrado el verano suelen
encontrarse neveros.
-Con buen dominio de la progresión con
crampones y piolet, la aproximación a la base de la pared final puede ser mas
rápida y sencilla cuando la nieve cubre las pedreras de la faja y no hay
rimaya que salvar.
-La escalada final puede realizarse
siguiendo en su totalidad la canal-chimenea o por un sistema de terrazas y
lajas situada a la izquierda de la misma (ruta que seguimos nosotros). En
ambos casos la roca no es muy fiable y pide ir con cuidado (el terreno es muy
tieso y considerablemente expuesto).
-Los buenos escaladores (que no es mi caso)
encontraran la escalada (PD-PD+) muy sencilla y seguramente irán sin cuerda,
lo que supone un considerable ahorro de peso.
-Recientemente en el Ibonet de Remuñe vimos
unas marcas de pintura y una pintada que pone “Boum” que se dirigen al NO y
no al NE por donde subimos nosotros. Posiblemente haya otra ruta de
aproximación a la base de la pared. Si es así no tenemos ninguna referencia
de la misma.
-Algún mapa da al pico Boum una altura
ligeramente inferior a 3000 m. que no me creo. De hecho en todos los listados
oficiales y oficiosos de los tresmiles del Pirineo, se mantiene la altura de
3006 m.
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|||||
Con perros…
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No es una ruta para ir con los peludos. Si queremos
llevarlos habrán de esperarnos en la base la pared.
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Track (en formato gpx): No disponible
(cuando realizamos esta ruta no teníamos GPS). Pueden encontrarse varios tracks
(no se si fiables) en Wikiloc
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(*) Se indica si la ruta incluye el ascenso a algún pico del listado de
Cent-Cims de la FEEC
(**) Al no disponer de track, estos valores se han estimado basándonos en
otros tracks de los publicados en Wikiloc
La estimación de la dificultad técnica se
realiza considerando la actividad como excursión/ascensión.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica
específicamente
La estimación de la dificultad de orientación se realiza en las
condiciones de visibilidad encontradas al realizar la actividad
Recorrido
Lugar de la ruta
|
Altura
(m)
|
Distancia
Km
|
t.parcial
(h:min)
|
t.acum
(h:min)
|
Comentario
|
|
1
|
Carretera del
Valle Benasque
|
1800
|
0
|
0
|
0
|
Unos 300 m antes
del final
|
2
|
Rellano del
Ibonet de Remuñe
|
2200
|
3,9
|
1:30
|
1:30
|
Seguir sin camino
|
3
|
Salida de la
canal de acceso a la faja
|
2420
|
4,4
|
0:30
|
2:00
|
Seguir por la
faja hacia el O
|
4
|
Pie de la pared
del pico Boum
|
2890
|
6,2
|
1:45
|
3:45
|
Inicio tramo de
escalada
|
5
|
Cima del Pico
Boum
|
3006
|
6,4
|
1:00
|
4:45
|
Retorno por la
ruta de subida
|
1
|
Carretera del
Valle de Benasque
|
1800
|
12,8
|
3:00
|
7:45
|
Los números que aparecen se refieren al lugar de la ruta indicado en la tabla del recorrido
Crónica/descripción de la excursión
Domingo
20 de Julio 2003.
Faltan unos minutos para las 11.00 h cuando, algo nervioso y jadeante, supero
los últimos metros de la cresta cimera del Pico Boum. Pensaba que sería mas
fácil llegar hasta aquí. Y no sólo me refiero a la dificultad objetiva de la
ascensión, que la tiene, sino también a los casi 8 años que han pasado desde
que me planteé realizar esta aventura.
El
valle de Remuñe es subsidiario del de Benasque. Se inicia algo antes del hotel
del Hospital de Benasque, y corre de este a oeste paralelo a Francia. Su
vertiente norte está formada por un largo y accidentado cresterío que une el
pico del Mall Pintrat, al inicio del valle, con el de Malpas situado en su
final. Por esta divisoria pasa la línea fronteriza, y en el mismo se encuentra
el pico del Boum uno de los tresmiles menos olvidados de la zona.
Desde
Francia la ascensión del Boum tiene una dificultad moderada. Desde España es
mas difícil. La aproximación comporta superar un importante desnivel, en parte sin
camino y por un terreno complejo en el que, según la época, se han de salvar
neveros empinados. Después viene la última subida, una pared rocosa y vertical
de un centenar de metros de alto que se supera con una escalada que las guía
catalogan como poco difícil. El descenso se realiza por el mismo itinerario.
Conozco
muy poca gente que hayan subido esta montaña. A este grupo de elegidos
pertenece mi amigo Santiago, que ha alcanzado la cima dos ocasiones. A partir
de sus impresiones, de las guías y de un artículo publicado por Josep de Tera
en la revista Muntanya, llegué a la conclusión de que la ascensión era dura y
complicada pero con poca dificultad. Así que me propuse hacerla con Encarna o en
solitario. Pero los distintos intentos que hicimos quedaron abortados por el
mal tiempo.
Como
que Encarna no tiene ganas de aventuras, he convencido a Jose Antonio, amigo,
vecino y compañero de trabajo, para que me acompañere al pico Boum. Tras algunos aplazamientos quedamos para el
sábado 19 de Julio. También se han apuntado a la fiesta Alvaro, el cuñado de
Jose Antonio que vive en Madrid, y Santiago al que le hace gracia hacer la cima
por tercera vez. Pero las cosas nunca salen como uno espera. El viernes 18, Jose Antonio, un servidor, y nuestras respectivas
familias, llegamos a Laspaules mas tarde y cansados de lo previsto, y no vemos
claro el madrugón del día siguiente. Así que, tras hablarlo con Alvaro, que con
su familia se hospeda en la Residencia Laspaules, y con Santiago, que está en
su apartamento del Sesué (en el Valle de Benasque), decidimos dejarlo para el
domingo 20 de Julio.
El
sábado hicimos una salida familiar a la Sierra de Chía. Comenzamos el ascenso en
el Puerto de Sahún a las 12.00 h y poco después de las 16.00 h estábamos de vuelta.
Esta sencilla excursión me puso la moral a tope, quedando absolutamente
convencido de que esta vez me saldría con la mía. Y así fue, pero no como lo
esperaba…
La alarma del despertador suena a las 4.00 h de la madrugada del domingo. Aunque sólo hemos dormido cinco horas no me siento cansado, per si perezoso. ¡Y quien no lo esta en esas circunstancias! Me levanto y llamo a Jose Antonio. Media hora mas tarde salimos con el coche y nos encontramos con Alvaro. La noche es cerrada, lucen las estrellas y no hace frío ni viento. Un día perfecto...
En
silencio y medio traspuestos recorremos la sinuosa carretera que baja del Coll
de Fades. Llegamos a Castejón y nos desviamos en dirección a Benasque. Unos 3
Km mas adelante tomamos un desvío a la derecha que nos lleva a Sesué
donde nos espera Santiago. De nuevo en la carretera, pasamos por Benasque y seguimos
valle arriba. Tras dejar a la derecha el desvío que va al Hospital de Benasque
y a la Besurta, aparcamos el coche unos 300 metros antes del final de la
carretera (1800 m).
Iluminándonos con los faros del coche nos ponemos las botas y preparamos las mochilas. Además de ropa de abrigo, comida y bebida, entre los cuatro llevamos dos cuerdas de 40 m, algunas cintas y mosquetones. También cargamos con los palos de esquí, los crampones y el piolet, excepto Santiago que para ahorrar peso no lo traído , algo que lamentará… Los preparativos se realizan en silencio. A estas horas no tenemos el cuerpo para bromas ni conversaciones. Finalmente a las 5.30 h empezamos a caminar.
El
camino empieza en la misma carretera (poste señalizador). Tras una corta subida
inicial por una canal, alcanzamos una zona de prados casi horizontal que
cruzamos hacia el O. La senda, estrecha pero muy marcada, es fácil de seguir.
Después ascendemos entre pinos negros, atravesando algunos arroyos y zonas
embarradas. Poco a poco ganamos altura y nos aproximamos al río, que a nuestra
izquierda corre mas abajo. Cuando salimos del bosque empieza a clarear.
Remontamos un pequeño valle paralelo al río, cruzando una pedrera de grandes
bloques de granito. Este tramo finaliza en un collado poco marcado. Después
bajamos unos metros para llegar a la orilla del río, continuando un rato a su lado .
Con la luz empezamos a distinguir las formas de este precioso valle. A nuestra derecha, bastante cercanas, unas enormes lajas verticales de granito defienden la parte baja de la vertiente sur del pico de Mall Pintrat. Al otro lado del río el terreno también es abrupto pero no tan vertical. En el fondo del valle comienza a dibujarse la alta muralla pedregosa que lo cierra (el Portal de Remuñe) rematada por el doble pitón rocoso de la Forca de Remuñe.
El
camino sigue casi horizontal junto al río por un tramo en el que el valle esta
encajonado entre paredes. En la otra orilla sale un pequeño valle ocupado por
una tartera de enormes bloques que baja desde los lagos de Remuñe. La senda
continúa por una bonita pradera. Después vuelve a subir en diagonal y cruza un
torrente ancho pero poco profundo. Tras un prolongado flanqueo ascendente
llegamos a un pequeño rellano herboso en el que se encuentra el minúsculo Ibonet de Remuñe (2200 m) junto al que hay
plantadas dos tiendas. Si un poco mas adelante cruzáramos el río y
ascendiéramos unos metros al sur, llegaríamos al Ibón Pequeño de Remuñe.
Son las 7.00 h de la mañana y el sol ya ilumina las cimas de las montañas. Las prendas de abrigo no sobran, pues sopla un viento frío bastante desagradable, sobre todo para Jose Antonio que va con pantalones cortos. Hasta aquí hemos subido con un paso mas bien lento y prácticamente sin parar. A partir de ahora no hay camino y la ruta se complica. Es el momento de parar, comer y reponer fuerzas, lo que hacemos al abrigo de una roca.
Son las 7.00 h de la mañana y el sol ya ilumina las cimas de las montañas. Las prendas de abrigo no sobran, pues sopla un viento frío bastante desagradable, sobre todo para Jose Antonio que va con pantalones cortos. Hasta aquí hemos subido con un paso mas bien lento y prácticamente sin parar. A partir de ahora no hay camino y la ruta se complica. Es el momento de parar, comer y reponer fuerzas, lo que hacemos al abrigo de una roca.
Tras
un cuarto de hora de descanso reanudamos la marcha (7.20 h). Ascendemos al NE por
una canal que sale unos metros a la derecha del Ibonet de Remuñe. Primero
herbosa, después pedregosa y con un pequeño nevero, nos lleva en unos minutos a
una zona en la que la pedrera se ensancha y forma un rellano casi horizontal. A
partir de aquí la canal se yergue y estrecha progresivamente, cortando el alto
escalón rocoso de la vertiente derecha (N) del valle. La canal finaliza en una amplia faja de roca y hierba situada a unos 2400 m, que recorre de este
a oeste la base de los picos del cordal fronterizo.
Seguimos ascendiendo por la izquierda de la pedrera, alternando las zonas herbosas con otras de rocas sueltas. La tartera se acaba y deja paso a la hierba. Tras cruzar un torrente la pendiente se acentúa y ganamos altura con rapidez. Pronto el prado del Ibonet y las tiendas de campaña empiezan a verse pequeñas. También son visibles, al otro lado del río, los dos Ibones de Remuñe.
Seguimos ascendiendo por la izquierda de la pedrera, alternando las zonas herbosas con otras de rocas sueltas. La tartera se acaba y deja paso a la hierba. Tras cruzar un torrente la pendiente se acentúa y ganamos altura con rapidez. Pronto el prado del Ibonet y las tiendas de campaña empiezan a verse pequeñas. También son visibles, al otro lado del río, los dos Ibones de Remuñe.
Para
suavizar la subida, trazamos una diagonal hasta el otro lado de la canal,
situándonos a mitad de su altura. Después ascendemos recto por una canalona de
piedras sueltas estrecha y muy pendiente. Nos lleva a la zona superior y mas inclinada de la canal (40-45º)
que remontamos por la derecha. Como que la hierba es resbaladiza,
intentamos subir por las zonas de roca y piedras que vamos encontrando. Poco antes
del sector mas estrecho de la canal, tomamos otra mas pequeña que sale a la derecha. Con una trepada fácil
por hierba y rocas descompuestas, llegamos a lo alto de un espolón situado a la
derecha (E) de la salida de la canal, desde el que hay una vista vertiginosa de
la misma. Son las 7.50 h y el altímetro marca 2420 m. Hacemos un breve alto
para recuperar el aliento y estudiar la continuación de la ruta.
Vista en picado desde lo alto de la canal. Se ven el Ibón Pequeño y el Ibonet de Remuñe (al final de la pedrera) |
Aun
no nos da el sol y, de cuando en cuando, nos sacuden unas violentas ráfagas de
viento. Nos encontramos en el borde inferior de la gran faja inclinada que,
ocupada por pedreras y zonas herbosas, y dominada por una importante pared, se
prolonga a derecha (E) e izquierda (O). Esta faja permite acceder a
las distintas cimas del cordal fronterizo. Recorriéndolo a la derecha (E) se va
a los picos de Mall Barrat, Mall Planet, Fouillouse y Mal Pintrat (2842 m).
Hacia la izquierda (O) solo podemos ir
al Boum (3008 m). Asi que la elección es clara…
En la faja inclinada, en el flanqueo ascendende a la izquierda (O) bajo la pared del Mall Barrat |
Desde el espolón ascendemos recto al norte,
hacia la pared sur del Mall Barrat, por terreno inclinado ( pero no tanto como la canal) siguiendo el filo de un nervio de la montaña (algun hito). Unos 50
metros antes de la tapia, cambiamos la dirección de marcha, e iniciamos una
travesía ascendente a la izquierda (O). Cruzamos por arriba un embudo que baja
hacia la canal y entramos en una zona de grandes
pedreras, neveros y tramos herbosos, por la que seguimos
flanqueando es suave subida.
Flanqueando por la faja. Detrás y abajo, en el valle,se distinguen los dos Ibones de Remuñe |
Ascendiendo por neveros y canchales hacia la base de la pared. Se aprecia el nevero que dediende el acceso a la misma |
La
vista de nuestro objetivo nos sirve de referencia para marcar el rumbo de la
subida. La cresta que une el pico del Mall Barrat con el Boum forma una cubeta
que está ocupada por neveros. Avanzamos bajo el borde inferior de la misma,
atravesando canchales y algún campo nevado donde hemos de ir con cuidado de no
resbalar, pues la nieve está bastante dura.
Es
difícil dar una descripción detallada de nuestro itinerario ya que el terreno
permite ir por distintos sitios. Raramente encontramos hitos y no hay trazas de
paso. El entorno posee la belleza salvaje y mineral del reino de la roca y la nieve… Dejando a la derecha la olla nevada de la cubeta, nos situamos en la
base de las pendientes de roca y nieve que, inclinándose progresivamente,
finalizan en la base de la pared sur. Son las 8.50 h. Persiste el viento frío y
racheado, pero por fin nos da el sol...
Conforme
avanzamos mejora la visión de la pared y de la vía de ascenso. Se trata de seguir
una canal muy marcada situada unos metros a la izquierda (O) del centro de la muralla, que asciende en línea recta hasta una brecha situada a la izquierda (O)
de la cima. No me parece difícil ni complicada. En la pared situada a
la izquierda de la canal distingo terrazas a distinta altura que podrán
enlazarse en un itinerario alternativo al de la canal. Curiosamente, lo que me parece mas
problemático es la rampa nevada situada bajo la pared. Pero ya veremos…
Sin
prisas y con cuidado remontamos un ancho estribo rocoso y con neveros que se
dirige a la base de la pared sur del Boum. La nieve, muy dura, presenta una fina
capa superficial reblandecida por el sol que , con cuidado, permite subir sin crampones. A las 9.15 h llegamos al extremo superior de una pequeña pedrera situada al pie de la rampa nevada que tanto me preocupaba y ahora veo mucho mas
factible. Como que bajaremos por el mismo sitio, propongo dejar aquí las
mochilas y los bastones. Santiago piensa que llevamos demasiado material de
escalada, así que también dejamosr parte del mismo. Me siento tan seguro
que hasta prescindo del arnés…
El
nevero es moderadamente inclinado y presenta en su parte central un tramo de
tartera. Tendrá algo menos de un centenar de metros de recorrido y unos 40 de
desnivel. Nada del otro mundo para hacer con crampones. En un plis plas me
calzo los pinchos y urjo a mis compañeros a que hagan lo mismo. Pero ellos se
lo toman con calma. Entre bromas me dicen que salga ya y no les de mas la lata.
Tras tomarme un zumo y alguna galleta, inicio el ascenso con la excusa de
avanzarme para tomar unas fotografías.
Santiago y Alvaro en el borde superior del nevero. Obsérvese el poco grosor de la capa de nieve que los sostiene
|
Las
puntas de los crampones agarran correctamente. A pesar de que subo poco a poco
enseguida alcanzo el islote de pedrera. Pasado el mismo me encaro con la parte
final del nevero, que es la mas inclinada (40-45º). Con un avance mas lento y
meditado me dirijo al extremo superior del nevero, en la vertical de la canal
rocosa por la que habremos de subir. Mis compañeros ya han salido y me siguen algo
distanciados. Cuando estoy a dos metros escasos del final del helero veo que
queda muy separado por la pared, lo que indica que hay una buena rimaya. Menuda faena...
Con cuidado voy hasta el borde y veo que me encuentro sobre una chapa de hielo de menos de medio metro de espesor… ¡Menudo cage¡ Como que estoy muy separado de la pared, me desplazo unos metros a la derecha donde la roca esta mas cerca. Tomo aire y, sin pensárlo dos veces (de lo contrario no lo haría) salto para alcanzar el extremo derecho de una repisa rocosa situada al pie de la canal. ¡Que alivio! Rápidamente me saco los crampones y ayudo a mis amigos en esta maniobra tan extraña como adrenalínica. Son las 9.45 h y estamos a algo menos de 2900 m de altura.
Con cuidado voy hasta el borde y veo que me encuentro sobre una chapa de hielo de menos de medio metro de espesor… ¡Menudo cage¡ Como que estoy muy separado de la pared, me desplazo unos metros a la derecha donde la roca esta mas cerca. Tomo aire y, sin pensárlo dos veces (de lo contrario no lo haría) salto para alcanzar el extremo derecho de una repisa rocosa situada al pie de la canal. ¡Que alivio! Rápidamente me saco los crampones y ayudo a mis amigos en esta maniobra tan extraña como adrenalínica. Son las 9.45 h y estamos a algo menos de 2900 m de altura.
Santiago, Alvaro y Jose Antonio preparándose para la escalada en la repisa de la rimaya que hay al pie de la pared
|
Aquí
dejamos los crampones y el piolet. El primer tramo de la canal tiene unos 25
metros de alto, es bastante vertical y parece disponer de tener buenos
agarres. La roca es lo que mas me preocupa. Esquistos ferruginosos de
resistencia y adherencia mas que dudosa. Pero las guías y Santiago dicen que no
es difícil (máximo II+) por lo que la trepada debe ser mas sencilla de lo que
aparenta. Santiago me ven tan animado que dice que vaya en cabeza del grupo.
Contento por la decisión del “maestro” me ato a la cintura la cuerda, cojo un
par de cintas y mosquetones, y empiezo a subir... Seis metros mas arriba mi
ímpetu se frena frente a unos pasos raros en una roca que no me ofrece ninguna
confianza. Dudo y me entra miedo. Empezamos bien...
Santiago
advierte mi situación y me dice que espere. Conocedor de la ruta, y mucho mas virtusoso que yo en el arte de la escalada. llega hasta mi y continua hacia arriba
lento pero con gran seguridad. En pocos minutos alcanza una ancha repisa y monta
una reunión. Me ato a la cuerda de Santiago y, asegurado desde arriba, escalo
un tramo vertical y de presas abundantes pero extrañas. Llego resoplando junto
a mi amigo. ¡Cojones con la vía fácil! Este inicio no me lo esperaba…
Santiago
asegura la subida de Alvaro y de Jose Antonio y en unos minutos volvemos a
estar todos juntos. Con
la idea de liberarme del bloqueo que tuve hace poco, pido ir primero. Santiago
acepta gustoso. Formamos una cordada extraña. Con una cuerda doblada a 20 m Santiago
se ata con Alvaro y Jose Antonio, y conmigo con la otra que da una autonomía de
40 m. Sigo adelante. La canal continua hacia arriba extraña y vertical y no me gusta nada. Así que continuaoo caminando a la
izquierda por la repisa. Unos metros antes de que quede cortada, supero un muro
vertical de un par de metros (II) y alcanzo una nueva repisa bastante estrecha en la
que hay un hito y que, a diferencia de la anterior, tiene continuidad hacia la
izquierda. En sus dos ascensiones anteriores Santiago subió por la canal y le
hace gracia ir por otro sitio. Así que sigue mis pasos. Poco después volvemos a
estar todos juntos.
Continúo
a la izquierda por la repisa estrecha hasta encontrar una canal poco marcada. La emonto sin problemas y alcanzo un rellano donde monto una reunión (30 m de
I-II) en la que volvemos a juntarnos los cuatro. Continuo la escalada por la
canal, hasta encontrar un paso mas vertical. Con cuidado y cierta aprehensión,
me agarro a la roca cubierta de liquen y la supero ascendiendo primero a la
derecha y después a la izquierda. Este tramo es el mas difícil de toda la
escalada (II+/III). Como podré comprobar a la bajada esta fuera de la ruta.., Monto
una reunión y aseguro a Santiago que sube rápidamente. Después vienen Alvaro y
Jose Antonio.
La
cordada de cuatro, lenta y ferregosa, no nos convence. Así que optamos por separarnos en dos cordadas
independientes. Santiago con Alvaro. Jose Antonio conmigo. Nuestros amigos
toman la delantera y enseguida les perdemos de vista. Nosotros nos esforzamos en desliar la
cuerda que ha formado un nudo fenomenal. Tras muchos esfuerzos y algún que otro
juramento, aclaramos el lío y seguimos adelante. Enseguida llegamos a una
cresta. La seguimos a la derecha, ascendiendo con una trepada sencilla (I/II), disfrutona y con
mucho aire a los dos lados, que ofrece magníficas vistas de los valles de Remuñe
al sur y de Lis al norte.
Jose Antonio asciende la canal-diedro de la torre que forma la cima oeste, en la que ya estan Santiago y Alvaro
|
No
tardamos en alcanzar lo alto de una punta que precede a la torre cimera en la
que vemos a Santiago. Descendemos unos metros hasta una
brecha y Jose Antonio, que ahora va delante, emprende el ascenso de la última
torre por una canal-diedro bastante vertical (II). El viento nos sacude con
violencia y arquea la cuerda que forma una gran comba. Cuando mi amigo llega arriba. asciendo a toda leche por la canal que es mas fácil de lo que aparenta.
El ambientazo es sensacional, aéreo, vertical... Estoy rodeado de precipicios
que finalizan en pequeños heleros e inclinadas pedreras. Alcanzo la cima de la
torre y me llevo una sorpresa al ver que no nos encontramos en el punto mas
alto de la montaña. Ignoraba que la cumbre tiene dos puntas y ahora estamos en
la oeste que es ligeramente mas baja…
Nos
desencordamos. La cumbre principal esta cerca y desde la misma nos saludan
nuestros amigos. Una corta y sencilla cresta de bloques nos lleva a la punta principal
(oriental) que es la verdadera cima. Son las 11.00 h y estamos a 3006 m de
altura. Después de tantos años, por fin he logrado ascender a esta cumbre tan esperada.
La escalada nos ha costado 1h y 15 min, mas del doble de lo que esperado. El tramo en que nos hemos liado y las complicadas maniobras, que nos habríamos ahorrado formando desde abajo dos cordadas, nos han hecho perder tiempo. Pero ahora estos detalles carecen de importancia. Azotados por el viento, disfrutamos de un panorama excepcional que queda realzado por la sensación de vacio y verticalidad del entorno que nos rodea. Es como si estuviéramos en el mirador de una alta atalaya situada entre profundos valles y elevadas montañas...
La escalada nos ha costado 1h y 15 min, mas del doble de lo que esperado. El tramo en que nos hemos liado y las complicadas maniobras, que nos habríamos ahorrado formando desde abajo dos cordadas, nos han hecho perder tiempo. Pero ahora estos detalles carecen de importancia. Azotados por el viento, disfrutamos de un panorama excepcional que queda realzado por la sensación de vacio y verticalidad del entorno que nos rodea. Es como si estuviéramos en el mirador de una alta atalaya situada entre profundos valles y elevadas montañas...
Las
vistas son magníficas en todas las direcciones. Al oeste, la arista por la que ha transcurrido la última
parte de nuestra ascensión, se prolonga estrecha y accidentada hasta la gran
mole del pico del Malpas, otro tresmil que desde España tiene un acceso dificil. Descubrimos una cordada en una de las puntas rocosas
de esta larga travesía. Los escaladores se ven diminutos,colgados de la pared
en un lugar increíble, lo que nos da idea de las dimensiones reales de los gigantes
rocosos que hay por aquí. A la izquierda del Malpás vemos la parte superior de Perdiguero y, aun mas a la izquierda, la mole del Posets la segunda
montaña mas alta de los Pirineos.
Al
este la cresta desciende fuertemente hasta la Brecha Barrat. Después vuelve a
erguirse aguda y desafiante entre paredones, hasta la cima del Mall Barrat. Detras y algo a la derecha de la misma aparece otro coloso, el Mall Planet. Dirigiendo la vista a la izquierda distinguimos los picos de Esteauas y el Mall Pintrat. Por unos instantes mi mente se va ocho años atrás,
cuando en compañía de Santiago las recorrimos estas cimas . Fue una larga jornada de escalada repleta de emociones...
Al
SE disfrutamos de una panorámica lateral de los montes del macizo de la
Maladeta y del iico y la cresta de Alba. Al sur contemplamos a vista de pájaro
las pendientes de roca y nieve por las que nos aproximamos. Mas atrás, algunos
tramos del valle de Remuñe con sus dos lagos, que desde aquí parecen dos
lentejuelas que brillan reflejando los rayos de sol. Al otro lado del valle se
eleva la ancha y abrupta muralla de la Tuca de Literola y del Pico de Remuñe, cuya cresta sigue al oeste hasta el Portal de
Remuñe.
Tras
la dosis paisajística, viene la sesión de fotos... No comemos ni bebemos, pues
no podemos. Con mi “brillante” idea de dejar las mochilas el agua y la comida se
quedaron abajo. Pero no pensaba que la ascensión fuera a alargarse tanto.
Tras unos 20 minutos de estancia en este privilegiado mirador, iniciamos el descenso con la esperanza de que
vaya mejor y mas rápido que la subida...
Descendiendo la torre de la cima oeste |
Enseguida
llegamos a la cima oeste y volvemos a encordarnos. Primero bajan Alvaro y
Santiago,en este orden.Detrás Jose Antonio y un servidor, que cierro la comitiva.
Rápidamente destrepamos la canal-diedro y llegamos a la brecha. En vez de
continuar por la arista siguiendo nuestra vía de subida, bajamos directamente
al sur por la canal. El terreno es fácil pero descompuesto. No tardamos en
perder altura destrepando en ensamble los relieves que separan pequeñas
terrazas. Como siempre, la principal dificultad es no tirar piedras (inexplicablemente
nadie ha traído el casco). Para minimizar este riesgo nos separamos de
nuestros compañeros y evito progresar cuando Jose Antonio se encuentra en mi
vertical.
Tras
unos 40 metros de bajada por la canal llegamos a un terraza. Ahí encontramos a
Alvaro y Santiago entretenidos en la instalación de un rápel para bajar por el
mismo eje de la canal. Pero a mi la idea no acaba de seducirme. Además tengo curiosidad por
saber por donde va la verdadera vía de ascenso. Así que le pregunto a Jose
Antonio si prefiere seguir destrepando o hacer el rápel. “Lo que sea
mas emocionante”,me responde...Me quedo sin saber que decir e interpreto interesadamente
que le es igual. Así que dejamos a nuestros amigos atareados con su rápel, e iniciamos un flanqueo descendente a la derecha (O) por unas zonas de placas que, sin
demasiados problemas y con algún hito, nos conduce hasta la canal que precedía
al paso mas difícil de la subida. Me enfado conmigo mismo al darme cuenta de la
forma tan tonta en que perdí la vía de ascenso... Aun mas cuando descubro dos
hitos que marcan el inicio de esta diagonal…
Alvaro en el rapel |
Continuamos
bajando por la canal, que es fácil pero pide cuidado. De cuando en cuando no
podemos evitar que nuestros pies o la cuerda arrastren piedras al vacío. Alcanzamos el extremo de la repisa estrecha y deshacemos
el camino de subida hasta situarnos sobre la repisa ancha. En contra de lo que
esperaba, la bajada del murete de 2 metros no nos da grandes problemas. Continuamos
por la repisa y llegamos al extremo de la misma.
Mientras
tanto, Alvaro y Santiago han rapelado hasta aquí, y han destrepado los 25
metros que nos separan del pie de la pared. Al vernos nos saludan mientras
doblan tranquilamente la cuerda. En sus rostros se dibuja una sonrisa de oreja
a oreja... Me hubiese gustado ver que cara ponían cuando se encontraban en
nuestra situación. Dicen que la bajada es fácil, que no tiene problemas. No se
por qué, pero su voz me suena a falsete. Pero pronto saldremos de dudas...
Monto
un reunión sobre una cinta que coloco alrededor de un saliente de roca pequeño
e inclinado. No es que sea un seguro de libro, pero no hay nada mejor... Aseguro
a Jose Antonio que empieza a destrepar de cara a la pared. La primera decena de
metros baja rápido. Cuando alcanza el punto en que la canal se hace
vertical y con pocos agarres, se detiene en seco. Lo veo dudar... ¡Mala cosa,
no debe ser tan fácil...! Todos le damos consejos sobre que hacer y donde
cogerse, incluso yo que no tengo ni idea... De todas maneras va seguro, pues lo
sujeto fuertemente con un seguro dinámico. Tras unos momentos de indecisión sale la raza madrileña e inicia el descenso. Lentamente supera el paso de unos
10 metros de alto y le oigo respirar aliviado cuando alcanza la zona mas
fácil. Después desciende rápidamente y se reúne con los otros dos. Llega mi turno...
Jose Antonio descendiendo en diagonal por la ruta correcta |
Tengo muy claro que no voy a arriesgarme.
Desgraciadamente no puedo montar un rápel, pero tampoco pienso bajar a pelo. Así que pongo en práctica un
truco de gato viejo. Primero pido a Jose Antonio que se desate. Paso el cabo libre de la cuerda por la cinta de la reunión, lo envío para abajo y le pido a Santiago, que ha adivinado mis intenciones, que me asegure desde
abajo. Empleando la cinta de la reunión como una polea, empiezo el destrepe. Se
que ésta se aguanta por cortesía, y que se mantendrá en su sitio mientras la
cuerda tire hacia abajo sin perder tensión. Así que solicito a mi amigo que mantenga
la cuerda un poco tirante. Ahora ya me siento mejor, y bajo por la canal sin problemas.
Al
llegar a la zona mas fácil me desato, tomo las dos cuerdas y, moviéndolas a la
vez de arriba abajo, intento desencajar la cinta de la reunión.Pero no lo
consigo... ¡Coño con el invento, es mucho mejor de lo que pensaba..! Subo unos metros para situarme en
un punto desde donde la maniobra es mas efectiva. Tras dos
intentos la cinta salta de su alojamiento y recupero la cuerda. Después bajo
hasta la repisa del pie de la canal y me reuno con el resto de la panda. Son las 11.45 h. Contento y animado proclamo que las dificultades han
finalizado. Pero, una vez mas vuelvo a equivocarme...
Alvaro y Jose Antonio se calzan los crampones, pero Santiago se los cuelga de la
cintura… Extrañado le pregunto que hace. Me responde que al no llevar piolet no
ve clara la bajada del nevero y seguirá por la rimaya para esquivar la nieve.
No se por que, pero decido acompañarlo. Mientras tanto nuestros amigos
madrileños suben al borde del helero y empiezan de forma decidida empiezan a bajar en
diagonal en vez de hacerlo de cara a la pendiente. Antes de que pueda decirles que cambien de posición Jose Antonio resbala, baja un par de metros y se detiene. El incidente parece que no le afecta, pues continua descendiendo del mismo modo pero mas alentamente…
Desentendiendome de los madrileños, sigo
a Santiago por la rimaya. Enseguida lo encuentro parado en un punto donde el hielo
queda cortado a pico. El escalón debe tener de 3 a 4 metros de alto y no puede
destreparse. Me quedo perplejo cuando dice que lo mejor es
saltar. Miro hacia abajo y veo una estrecha plataforma de roca situada al fondo
de la rimaya, que queda separada horizontalmente de nuestra situación un par de
metros. La salida del salto me parece muy forzada y la zona de recepción pequeña y alejada. Si no caemos bien, lo que es bastante probable, podríamos hacernos daño. Además, no vemos lo
que continua, aunque parece que no hay mas dificultades. Lo tengo clarísimo. Ni
pienso saltar ni permitir que lo haga Santiago. Así que bajaremos por la nieve. Resignado, el hombre asiente sin decir nada. Para animarlo le explico que ire
primero haciendo huellas y manteniéndome justo debajo de él, por si tiene algún
problema. Ahora pienso que habría sido mucho mas fácil asegurarlo con la cuerda.
Pero en ese momento no se nos ocurrió esta posibilidad…
Tras
calzarnos los crampones subimos al borde del helero y comenzamos el descenso.
Bajamos de cara a la nieve y voy dando patadas en la superficie helada para
dejar algo de huella. Santiago me sigue muy cerca con expresión grave pero
serena. La pendiente es fuerte, pero dejando a un lado los nervios y las
prisas, se baja sin problemas. Entonces veo a Alvaro y Jose Antonio en el islote pedregoso existente a medio nevero. Me extraña ver a
este último sentado, pero como estoy bastante atareado no doy mas importancia a
este hecho.Continuamos bajando en ligera diagonal, llegando a las primeras
piedras cuando los otros dos alcanzan las mochilas. Atravesamos el pequeño
pedregal y descendemos sin incidentes el segundo tramo de nieve, mas fácil que
el anterior. A las 12.10 h volvemos a reunirnos.
Miro
a Jose Antonio y veo que algo ha pasado. Tiene una expresión angustiosa, le
duele el el pecho y la pierna derecha. “¿Pero que ha
ocurrido?”, le pregunto. Me explica que tras dla primera caída, tuvo una segunda en la que no se pudo parar. Bajo un porrón de metros antes de
impactar contra las piedras, dándose un fuerte golpe en las costillas y en la
pierna que presenta varias rascadas.Un gran susto sin serias consecuencias…
Un alto durante la bajada por los campos de nieve |
Mientras preparamos las mochilas sugerimos repartirnos los trastos de Jose Antonio para que no cargue peso, pero rehúsa el ofrecimiento. Aún tiene orgullo, lo que es buena señal. Iniciamos el descenso, primero lentamente y después a paso mas normal. En algún tramo donde debemos emplear las manos ayudamos al herido, pero en general baja muy bien. En cuanto podemos tomamos la nieve, pues es más cómoda para caminar. Rápidamente perdemos altura y nos alejamos del pico Boum.
Son
las 12.30h cuando llegamos a la gran faja inclinada. Jose Antonio continua con
dolores y molestias, por lo que hacemos una corta parada para que tome un
calmante. Bromeamos y quitamos importancia al asunto. Le recuerdo que, poco
antes del accidente, me dijo que quería una bajada emocionante, y ha de
reconocer que la ha tenido… Este comentario consigue arrancarle una sonrisa y me dice que ahora entiende porque me muevo con
tanta prudencia sobre la nieve. Y es que un servidor también ha sufrido buenas
hostias…
Jose Antonio mostrando parte de las heridas recibidas en la caida por el nevero |
Rápidamente seguimos nuestra ruta de subida, atravesando pedreras, algún que otro nevero e
inclinados campos de hierba. A las 13.00 h alcanzamos la parte alta de la canal
que se desploma sobre el Ibonet de Remuñe. Iuminada por el sol inspira
bastante respeto. Descendemos con cuidado , buscando los pasos mas cómodos y menos expuestos. A las 13.25 h llegamos al Ibonet de
Remuñe donde hacemos un breve alto para beber y comer. Veo a Jose Antonio
mas animado. Le felicito por haber bajado sin quejas y a nuestro ritmo y me
dice que ha cesado el dolor de pecho, pero ahora es la pierna la que le
mortifica…
Continuamos
decendiendo por el camino “turístico” el Valle de Remuñe. El calor es sofocante. El cielo, cada vez mas cubierto de nubarrones, anuncia una tormenta. La
bajada del valle es muy bonita pero se nos hace tan pesada como interminable. Finalmente,
a las 14.30 h llegamos al coche, nueve horas después de haber iniciado la
excursión. Contando incidentes, accidentes, retrasos y paradas nuestro horario coincide
con el de la guía de Miguel Angulo, toda una “Biblia” de las ascensiones pirenaicas.
No está nada mal…
De nuevo en el rellano del Ibonet de Remuñe |
Tras
cambiarnos de ropa y calzado, y disfrutar unas bebidas bien frescas que saco de
la nevera que he traído (un invento diabólico), iniciamos el viaje de vuelta. Tras
dejar a Santiago en Sesué llegamos a Laspaúles. Sin pasar por casa nos
dirigimos al Hotel-Residencia, donde nos esperan nuestras familias para comer.
Después nos vamos a casa para duchamos y disfrutar de una buena siesta.
Salvo
para Alvaro, que seguirá unos días mas por estas tierras, aun nos queda un largo día por delante. Debemos
volver a Begues esta noche para mañana ir a trabajar. Con la idea de encontrar
la carretera tranquila salimos tarde, pero un atasco en la N-II nos hace llegar
a casa a la una de la madrugada. Yo me voy directamente a la cama. Jose Antonio
lo tiene peor, porque los niños, que han dormido durante el viaje, se
despiertan al llegar y están deseosos de marcha…
El
lunes al mediodía veo a mi amigo que me confiesa encontrase en un estado
lamentable. La pierna le duele, las heridas le molestan y tiene un sueño que no
hay manera de quitárselo de encima. Son los dulces recuerdos de la montaña. Así
y todo, ya pensamos en otra ascensión. No me extraña que mas de uno nos tache
de locos. Pero bendita locura esta que
nos hace disfrutar intensamente de amigos, ilusiones, situaciones y panoramas
excepcionales. Como nos ocurrió el pasado 20 de Julio en el Boum…
Alvaro y Jose Antonio llegando al coche |
EniEn - Febrer 2016
Buen trabajo.
ResponderEliminarMuchas gracias Roberto
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