Rutas e historias de montaña mas o menos normales, y alguna cosa mas…

domingo, 28 de febrero de 2016

PICO BOUM

UN TRESMIL MUY ESPERADO

Revisando escritos antiguos, he encontrado uno del 2003 que habla de nuestra ascensión al Pico Boum, uno de los tresmiles  poco visitados del Valle de Benasque. El relato extenso, un tanto retro y con fotografías, describe al detalle una salida que casi había olvidado. Me ha parecido distraído,aún vigente (“solo” han pasado 13 años) y de posible interés para quien quiera subir esta montaña. Así que he decidido compartirlo publicándolo en el Blog.

La ruta que hicimos, la “normal” desde España, alcanza la cima desde el valle de Remuñe tras salvar algo mas de 1200 metros de desnivel. El recorrido presenta tres partes. La primera es una “plácida” aproximación por  el buen camino del valle. La llegada al rellano en que se encuentra el Ibonet de Remuñe marca  el inicio del segundo sector. Sin camino y por un terreno empinado de alta montaña se supera un zócalo de orografía compleja en el que, según la época, pueden encontrase neveros mas o menos pendientes. Esta subida conduce a la parte final de la ascensión, una pared de roca no muy fiable de un centenar de metros de altura que requiere hacer una escalada poco difícil pero áerea y expuesta, con muchos pasos de II y alguno de II+. 

El Boum no es un tresmil fácil. Requiere un forma física aceptable, saberse mover en terreno de alta montaña y tener un mínima practica de escalada. Pero la cima, la belleza del entorno, las vistas y el hecho de superar, por muy poco, la mítica barrera de los 3000 metros, bien lo valen.

El no disponer del track de nuestra ascensión (en aquella época nadie llevaba GPS) y no haber vuelto a esta montaña, hace que los datos de alturas, tiempos y distancia que doy sean aproximados, pero no deben de ir muy lejos de la realidad. Las fotografías tampoco son nada del otro mundo (nuestras cámaras era muy sencillas) pero permiten darse una idea de como es la ruta. Estas carencias quedan sobradamente compensadas por una crónica exhaustiva y, en algún momento apasionada, un tanto alejada de los escritos, mas bien sobrios, que hago en la actualidad. Su lectura me ha hecho revivir momentos que tenía escondidos en mi memoria y darme cuenta de que ha cambiado la forma en que voy a la montaña. También me ha hecho coger ganas de repetir esta ascensión, aunque mi nivel actual esta por debajo del de entonces. Y es que el tiempo no pasa en vano…

Picos de Malpàs (izquierda), Boum (centro) y Mall Barrat (derecha), vistos desde la cima de la Tuca de Literola


Ficha técnica
Tipo Actividad
Ascensión de alta montaña con un tramo final de escalada poco difícil
Fecha
Domingo 20 de Julio 2003
Asistentes
Alvaro,Jose Antonio,Santiago y Enric
Zona
Pirineo aragonés. Valle de Benasque
Inicio ruta
Inicio del camino del valle de Remuñe, unos 300 m antes del final de la carretera  asfaltada del valle de Benasque A-139 (1800 m), cerca del Hospital de Benasque. Hay un poste indicador
Final ruta
Recorrido
Ver tabla adjunta
Cent Cims  (*)
No
Noche
No
Horario
Total
9 h
Efectivo
 7 h 45 min aprox
Cota (m)
Mínima
1800 (Ctrra del Valle de Benasque)
Máxima
3006 (Pico Boum)
Climatología
Buen tiempo. Viento fuerte
Visibilidad
Muy buena
Nieve-hielo
Grandes neveros residuales por encima de los 2500 m
Desnivel Acum (m)
Ascenso
1250 aprox  (**)
Descenso
1250 aprox  (**)
Distancia (Km)
12,8 aprox  (**)
Dificultad global
Alta
Dific.Física
Alta-Muy Alta
IBP index
 No
Dific.Orientación
Baja hasta el Ibonet de Remuñe. Media para el resto de la ruta
Dific.Psicológica
Baja hasta el Ibonet de Remuñe (camino).Media en la canal de acceso a la faja (empinada y vertiginosa) y en el tramo posterior hasta la base de la pared (encontramos neveros de inclinación moderada). Alta en la escalada de la pared (aérea y expuesta)
Dific.Técnica
Baja hasta el Ibonet de Remuñe (caminar). Media en la canal de acceso a la faja (empinada, pequeños pasos rocosos) y en el tramo posterior hasta la base de la pared (pedreras incómodas y neveros de inclinación moderada). Alta en la pared final (escala PD, con muchos tramos de II y algún paso de II+).
Material
El propio de una ascensión de alta montaña estival. Piolet, crampones, cuerda (mejor de 50 o 60 m si se quiere rapelar en la pared, si no basta con 30 m), cintas y mosquetones. Casco y arnés recomendables.
Cartografía
“Aneto-Maladeta”, 1:25000, Ed.Alpina, 2015
Bibliografía
“Posets-Perdiguero”, Itininerario 19 y ascensión 7c,David Atela, Colección Guías Montañeras, Ed.SUA
La ruta esta descrita em varias entradas de Internet. Recomendamos la del blog Bailando con Sarrios
Valoración
Magnífica ascensión de alta montaña a un tresmil escarpado, nada fácil y poco visitado, que comporta realizar una escalada PD aérea y expuesta. Entorno bravío y solitario, mucho ambiente en la parte final. Grandes vistas.
Comentarios
-La actividad no es muy larga. Saliendo temprano se puede estar de vuelta para comer.
-Totalmente desaconsejable con tiempo inestable. Es mal sitio para que nos coja lluvia o tormenta.
-Al ser una ascensión de alta montaña, las condiciones dependen de la época. Hasta bien entrado el verano suelen encontrarse neveros.
-Con buen dominio de la progresión con crampones y piolet, la aproximación a la base de la pared final puede ser mas rápida y sencilla cuando la nieve cubre las pedreras de la faja y no hay rimaya que salvar.
-La escalada final puede realizarse siguiendo en su totalidad la canal-chimenea o por un sistema de terrazas y lajas situada a la izquierda de la misma (ruta que seguimos nosotros). En ambos casos la roca no es muy fiable y pide ir con cuidado (el terreno es muy tieso y considerablemente expuesto).
-Los buenos escaladores (que no es mi caso) encontraran la escalada (PD-PD+) muy sencilla y seguramente irán sin cuerda, lo que supone un considerable ahorro de peso.
-Recientemente en el Ibonet de Remuñe vimos unas marcas de pintura y una pintada que pone “Boum” que se dirigen al NO y no al NE por donde subimos nosotros. Posiblemente haya otra ruta de aproximación a la base de la pared. Si es así no tenemos ninguna referencia de la misma.
-Algún mapa da al pico Boum una altura ligeramente inferior a 3000 m. que no me creo. De hecho en todos los listados oficiales y oficiosos de los tresmiles del Pirineo, se mantiene la altura de 3006 m.
Con perros…
No es una ruta para ir con los peludos. Si queremos llevarlos habrán de esperarnos en la base la pared.
Track (en formato gpx): No disponible (cuando realizamos esta ruta no teníamos GPS). Pueden encontrarse varios tracks (no se si fiables) en Wikiloc
(*) Se indica si la ruta incluye el ascenso a algún pico del listado de Cent-Cims de la FEEC
(**) Al no disponer de track, estos valores se han estimado basándonos en otros tracks de los publicados en Wikiloc
 La estimación de la dificultad técnica se realiza considerando la actividad como excursión/ascensión.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica específicamente
La estimación de la dificultad de orientación se realiza en las condiciones de visibilidad encontradas al realizar la actividad


Recorrido
Lugar de la ruta
Altura
(m)
Distancia
Km
t.parcial
(h:min)
t.acum
 (h:min)
Comentario
1
Carretera del Valle Benasque
1800
0
0
0
Unos 300 m antes del final
2
Rellano del Ibonet de Remuñe
2200
3,9
1:30
1:30
Seguir sin camino
3
Salida de la canal de acceso a la faja
2420
4,4
0:30
2:00
Seguir por la faja hacia el O
4
Pie de la pared del pico Boum
2890
6,2
1:45
3:45
Inicio tramo de escalada
5
Cima del Pico Boum
3006
6,4
1:00
4:45
Retorno por la ruta de subida
1
Carretera del Valle de Benasque
1800
12,8
3:00
7:45



Cartografía
Los números que aparecen se refieren al lugar de la ruta indicado en la tabla del recorrido




Crónica/descripción de la excursión

Domingo 20 de Julio 2003. Faltan unos minutos para las 11.00 h cuando, algo nervioso y jadeante, supero los últimos metros de la cresta cimera del Pico Boum. Pensaba que sería mas fácil llegar hasta aquí. Y no sólo me refiero a la dificultad objetiva de la ascensión, que la tiene, sino también a los casi 8 años que han pasado desde que me planteé realizar esta aventura.

El valle de Remuñe es subsidiario del de Benasque. Se inicia algo antes del hotel del Hospital de Benasque, y corre de este a oeste paralelo a Francia. Su vertiente norte está formada por un largo y accidentado cresterío que une el pico del Mall Pintrat, al inicio del valle, con el de Malpas situado en su final. Por esta divisoria pasa la línea fronteriza, y en el mismo se encuentra el pico del Boum uno de los tresmiles menos olvidados de la zona.

Desde Francia la ascensión del Boum tiene una dificultad moderada. Desde España es mas difícil. La aproximación comporta superar un importante desnivel, en parte sin camino y por un terreno complejo en el que, según la época, se han de salvar neveros empinados. Después viene la última subida, una pared rocosa y vertical de un centenar de metros de alto que se supera con una escalada que las guía catalogan como poco difícil. El descenso se realiza por el mismo itinerario.

Conozco muy poca gente que hayan subido esta montaña. A este grupo de elegidos pertenece mi amigo Santiago, que ha alcanzado la cima dos ocasiones. A partir de sus impresiones, de las guías y de un artículo publicado por Josep de Tera en la revista Muntanya, llegué a la conclusión de que la ascensión era dura y complicada pero con poca dificultad. Así que me propuse hacerla con Encarna o en solitario. Pero los distintos intentos que hicimos quedaron abortados por el mal tiempo.

Como que Encarna no tiene ganas de aventuras, he convencido a Jose Antonio, amigo, vecino y compañero de trabajo, para que me acompañere al pico Boum. Tras algunos aplazamientos quedamos para el sábado 19 de Julio. También se han apuntado a la fiesta Alvaro, el cuñado de Jose Antonio que vive en Madrid, y Santiago al que le hace gracia hacer la cima por tercera vez. Pero las cosas nunca salen como uno espera. El viernes 18,  Jose Antonio, un servidor, y nuestras respectivas familias, llegamos a Laspaules mas tarde y cansados de lo previsto, y no vemos claro el madrugón del día siguiente. Así que, tras hablarlo con Alvaro, que con su familia se hospeda en la Residencia Laspaules, y con Santiago, que está en su apartamento del Sesué (en el Valle de Benasque), decidimos dejarlo para el domingo 20 de Julio.

El sábado hicimos una salida familiar a la Sierra de Chía. Comenzamos el ascenso en el Puerto de Sahún a las 12.00 h y poco después de las 16.00 h estábamos de vuelta. Esta sencilla excursión me puso la moral a tope, quedando absolutamente convencido de que esta vez me saldría con la mía. Y así fue, pero no como lo esperaba…

La alarma del despertador suena a las 4.00 h de la madrugada del domingo. Aunque sólo hemos dormido cinco horas no me siento cansado, per si perezoso. ¡Y quien no lo esta en esas circunstancias! Me levanto y llamo a Jose Antonio. Media hora mas tarde salimos con el coche y nos encontramos con Alvaro. La noche es cerrada, lucen las estrellas y no hace frío ni viento. Un día perfecto...

En silencio y medio traspuestos recorremos la sinuosa carretera que baja del Coll de Fades. Llegamos a Castejón y nos desviamos en dirección a Benasque. Unos 3 Km mas adelante tomamos un desvío a la derecha que nos lleva a Sesué donde nos espera Santiago. De nuevo en la carretera, pasamos por Benasque y seguimos valle arriba. Tras dejar a la derecha el desvío que va al Hospital de Benasque y a la Besurta, aparcamos el coche unos 300 metros antes del final de la carretera (1800 m).

Iluminándonos con los faros del coche nos ponemos las botas y preparamos las mochilas. Además de ropa de abrigo, comida y bebida, entre los cuatro llevamos dos cuerdas de 40 m, algunas cintas y mosquetones. También cargamos con los palos de esquí, los crampones y el piolet, excepto Santiago que para ahorrar peso no lo traído , algo que lamentará… Los preparativos se realizan en silencio. A estas horas no tenemos el cuerpo para bromas ni conversaciones. Finalmente a las 5.30 h empezamos a caminar.

El camino empieza en la misma carretera (poste señalizador). Tras una corta subida inicial por una canal, alcanzamos una zona de prados casi horizontal que cruzamos hacia el O. La senda, estrecha pero muy marcada, es fácil de seguir. Después ascendemos entre pinos negros, atravesando algunos arroyos y zonas embarradas. Poco a poco ganamos altura y nos aproximamos al río, que a nuestra izquierda corre mas abajo. Cuando salimos del bosque empieza a clarear. Remontamos un pequeño valle paralelo al río, cruzando una pedrera de grandes bloques de granito. Este tramo finaliza en un collado poco marcado. Después bajamos unos metros para llegar a la orilla del río, continuando un rato a su lado .

Con la luz empezamos a distinguir las formas de este precioso valle. A nuestra derecha, bastante cercanas, unas enormes lajas verticales de granito defienden la parte baja de la vertiente sur del pico de Mall Pintrat. Al otro lado del río el terreno también es abrupto pero no tan vertical. En el fondo del valle comienza a dibujarse la alta muralla pedregosa que lo cierra (el Portal de Remuñe) rematada por el doble pitón rocoso de la Forca de Remuñe.

Parada en el rellano herboso en el que se encuentra el Ibonet de Remuñe

El camino sigue casi horizontal junto al río por un tramo en el que el valle esta encajonado entre paredes. En la otra orilla sale un pequeño valle ocupado por una tartera de enormes bloques que baja desde los lagos de Remuñe. La senda continúa por una bonita pradera. Después vuelve a subir en diagonal y cruza un torrente ancho pero poco profundo. Tras un prolongado flanqueo ascendente llegamos a un pequeño rellano herboso en el que se encuentra el minúsculo  Ibonet de Remuñe (2200 m) junto al que hay plantadas dos tiendas. Si un poco mas adelante cruzáramos el río y ascendiéramos unos metros al sur, llegaríamos al Ibón Pequeño de Remuñe. 

Son las 7.00 h de la mañana y el sol ya ilumina las cimas de las montañas. Las prendas de abrigo no sobran, pues sopla un viento frío bastante desagradable, sobre todo para Jose Antonio que va con pantalones cortos. Hasta aquí hemos subido con un paso mas bien lento y prácticamente sin parar. A partir de ahora no hay camino y la ruta se complica. Es el momento de parar, comer y reponer fuerzas, lo que hacemos al abrigo de una roca.

La canal de acceso a la faja inclinada (foto tomada a la bajada)


Tras un cuarto de hora de descanso reanudamos la marcha (7.20 h). Ascendemos al NE por una canal que sale unos metros a la derecha del Ibonet de Remuñe. Primero herbosa, después pedregosa y con un pequeño nevero, nos lleva en unos minutos a una zona en la que la pedrera se ensancha y forma un rellano casi horizontal. A partir de aquí la canal se yergue y estrecha progresivamente, cortando el alto escalón rocoso de la vertiente derecha (N) del valle. La canal finaliza en una amplia faja de roca y hierba situada a unos 2400 m, que recorre de este a oeste la base de los picos del cordal fronterizo.

Seguimos ascendiendo por la izquierda de la pedrera, alternando las zonas herbosas con otras de rocas sueltas. La tartera se acaba y deja paso a la hierba. Tras cruzar un torrente la pendiente se acentúa y ganamos altura con rapidez. Pronto el prado del Ibonet y las tiendas de campaña empiezan a verse pequeñas. También son visibles, al otro lado del río, los dos Ibones de Remuñe.
A media altura de la canal, subiendo por la canalona de piedras sueltas
Para suavizar la subida, trazamos una diagonal hasta el otro lado de la canal, situándonos a mitad de su altura. Después ascendemos recto por una canalona de piedras sueltas estrecha y muy pendiente. Nos lleva a  la zona superior y mas inclinada de la canal (40-45º) que remontamos por la derecha. Como que la hierba es resbaladiza, intentamos subir por las zonas de roca y piedras que vamos encontrando. Poco antes del sector mas estrecho de la canal, tomamos otra mas pequeña  que sale a la derecha. Con una trepada fácil por hierba y rocas descompuestas, llegamos a lo alto de un espolón situado a la derecha (E) de la salida de la canal, desde el que hay una vista vertiginosa de la misma. Son las 7.50 h y el altímetro marca 2420 m. Hacemos un breve alto para recuperar el aliento y estudiar la continuación de la ruta.
Vista en picado desde lo alto de la canal. Se ven el Ibón Pequeño y el Ibonet de Remuñe (al final de la pedrera)

Aun no nos da el sol y, de cuando en cuando, nos sacuden unas violentas ráfagas de viento. Nos encontramos en el borde inferior de la gran faja inclinada que, ocupada por pedreras y zonas herbosas, y dominada por una importante pared, se prolonga a derecha (E) e izquierda (O). Esta faja permite acceder a las distintas cimas del cordal fronterizo. Recorriéndolo a la derecha (E) se va a los picos de Mall Barrat, Mall Planet, Fouillouse y Mal Pintrat (2842 m). Hacia  la izquierda (O) solo podemos ir al Boum (3008 m). Asi que la elección es clara…
En la faja inclinada, en el flanqueo ascendende a la izquierda (O) bajo la pared del Mall Barrat

Desde el espolón ascendemos recto al norte, hacia la pared sur del Mall Barrat, por terreno inclinado ( pero no tanto como la canal) siguiendo el filo de un nervio de la montaña (algun hito). Unos 50 metros antes de la tapia, cambiamos la dirección de marcha, e iniciamos una travesía ascendente a la izquierda (O). Cruzamos por arriba un embudo que baja hacia la canal y entramos en una zona de grandes pedreras, neveros y  tramos herbosos, por la que seguimos flanqueando es suave  subida.
Flanqueando por la faja. Detrás y abajo, en el valle,se distinguen los dos Ibones de Remuñe
Mas adelante la pared del Mall Barrat gira al norte, pero mantenemos nuestro rumbo. No tardamos en distinguir, sobresaliendo de la línea de la pedrera, una gran pirámide rocosa de aspecto poco tranquilizador. El pico Boum… El sol ilumina su vertiente este, pero la pared sur queda en sombra. Una línea sube algo a la izquierda del centro de la muralla. Supongo que es la canal por donde va la vía de ascenso. Para acabarlo de arreglar, la base de la pared esta defendida por un nevero que desde aquí se ve muy inclinado. La imagen me crea sentimientos de excitación y preocupación que intento dejar de lado.
Ascendiendo por neveros y canchales hacia la base de la pared. Se aprecia el nevero que dediende el acceso a la misma
La vista de nuestro objetivo nos sirve de referencia para marcar el rumbo de la subida. La cresta que une el pico del Mall Barrat con el Boum forma una cubeta que está ocupada por neveros. Avanzamos bajo el borde inferior de la misma, atravesando canchales y algún campo nevado donde hemos de ir con cuidado de no resbalar, pues la nieve está bastante dura.

Es difícil dar una descripción detallada de nuestro itinerario ya que el terreno permite ir por distintos sitios. Raramente encontramos hitos y no hay trazas de paso. El entorno posee la belleza salvaje y mineral del reino de la roca y la nieve… Dejando a la derecha la olla nevada de la cubeta, nos situamos en la base de las pendientes de roca y nieve que, inclinándose progresivamente, finalizan en la base de la pared sur. Son las 8.50 h. Persiste el viento frío y racheado, pero por fin nos da el sol...

Conforme avanzamos mejora la visión de la pared y de la vía de ascenso. Se trata de seguir una canal muy marcada situada unos metros a la izquierda (O) del centro de la muralla, que asciende en línea recta hasta una brecha situada a la izquierda (O) de la cima. No me parece  difícil ni complicada. En la pared situada a la izquierda de la canal distingo terrazas a distinta altura que podrán enlazarse en un itinerario alternativo al de la canal.  Curiosamente, lo que me parece mas problemático es la rampa nevada situada bajo la pared. Pero ya veremos…
Jose Antonio iniciando la subida de la primera parte del nevero

Sin prisas y con cuidado remontamos un ancho estribo rocoso y con neveros que se dirige a la base de la pared sur del Boum. La nieve, muy dura, presenta una fina capa superficial reblandecida por el sol que , con cuidado, permite subir sin crampones. A las 9.15 h llegamos al extremo superior de una pequeña pedrera situada al pie de la rampa nevada que tanto me preocupaba y ahora veo mucho mas factible. Como que bajaremos por el mismo sitio, propongo dejar aquí las mochilas y los bastones. Santiago piensa que llevamos demasiado material de escalada, así que también dejamosr parte del mismo. Me siento tan seguro que hasta prescindo del arnés…
El menda en la parte superior del nevero
El nevero es moderadamente inclinado y presenta en su parte central un tramo de tartera. Tendrá algo menos de un centenar de metros de recorrido y unos 40 de desnivel. Nada del otro mundo para hacer con crampones. En un plis plas me calzo los pinchos y urjo a mis compañeros a que hagan lo mismo. Pero ellos se lo toman con calma. Entre bromas me dicen que salga ya y no les de mas la lata. Tras tomarme un zumo y alguna galleta, inicio el ascenso con la excusa de avanzarme para tomar unas fotografías.
Santiago y Alvaro en el borde superior del nevero. Obsérvese el poco grosor de la capa de nieve que los sostiene

Las puntas de los crampones agarran correctamente. A pesar de que subo poco a poco enseguida alcanzo el islote de pedrera. Pasado el mismo me encaro con la parte final del nevero, que es la mas inclinada (40-45º). Con un avance mas lento y meditado me dirijo al extremo superior del nevero, en la vertical de la canal rocosa por la que habremos de subir. Mis compañeros ya han salido y me siguen algo distanciados. Cuando estoy a dos metros escasos del final del helero veo que queda muy separado por la pared, lo que indica que hay una buena rimaya. Menuda faena... 

Con cuidado voy hasta el borde y veo que me encuentro sobre una chapa de hielo de menos de medio metro de espesor… ¡Menudo cage¡ Como que estoy muy separado de la pared, me desplazo unos metros a la derecha donde la roca esta mas cerca. Tomo aire y, sin pensárlo dos veces (de lo contrario no lo haría) salto para alcanzar el extremo derecho de una repisa rocosa situada al pie de la canal. ¡Que alivio! Rápidamente me saco los crampones y ayudo a mis amigos en esta maniobra tan extraña como adrenalínica. Son las 9.45 h  y estamos a algo menos de 2900 m de altura.
Santiago, Alvaro y Jose Antonio preparándose para la escalada en la repisa de la rimaya que hay al pie de la pared

Aquí dejamos los crampones y el piolet. El primer tramo de la canal tiene unos 25 metros de alto, es bastante vertical y parece disponer de tener buenos agarres. La roca es lo que mas me preocupa. Esquistos ferruginosos de resistencia y adherencia mas que dudosa. Pero las guías y Santiago dicen que no es difícil (máximo II+) por lo que la trepada debe ser mas sencilla de lo que aparenta. Santiago me ven tan animado que dice que vaya en cabeza del grupo. Contento por la decisión del “maestro” me ato a la cintura la cuerda, cojo un par de cintas y mosquetones, y empiezo a subir... Seis metros mas arriba mi ímpetu se frena frente a unos pasos raros en una roca que no me ofrece ninguna confianza. Dudo y me entra miedo. Empezamos bien...
Jose Antonio en el primer largo de unos 25 metros de alto

Santiago advierte mi situación y me dice que espere. Conocedor de la ruta, y mucho mas virtusoso que yo en el arte de la escalada. llega hasta mi y continua hacia arriba lento pero con gran seguridad. En pocos minutos alcanza una ancha repisa y monta una reunión. Me ato a la cuerda de Santiago y, asegurado desde arriba, escalo un tramo vertical y de presas abundantes pero extrañas. Llego resoplando junto a mi amigo. ¡Cojones con la vía fácil! Este inicio no me lo esperaba…
En la canal fácil que precede al paso mas difícil de la subida

Santiago asegura la subida de Alvaro y de Jose Antonio y en unos minutos volvemos a estar todos juntos. Con la idea de liberarme del bloqueo que tuve hace poco, pido ir primero. Santiago acepta gustoso. Formamos una cordada extraña. Con una cuerda doblada a 20 m Santiago se ata con Alvaro y Jose Antonio, y conmigo con la otra que da una autonomía de 40 m.  Sigo adelante. La canal continua hacia arriba extraña y vertical y no me gusta nada. Así que continuaoo caminando a la izquierda por la repisa. Unos metros antes de que quede cortada, supero un muro vertical de un par de metros (II) y alcanzo una nueva repisa bastante estrecha en la que hay un hito y que, a diferencia de la anterior, tiene continuidad hacia la izquierda. En sus dos ascensiones anteriores Santiago subió por la canal y le hace gracia ir por otro sitio. Así que sigue mis pasos. Poco después volvemos a estar todos juntos.
Alvaro y Jose Antonio en el paso mas díficil

Continúo a la izquierda por la repisa estrecha hasta encontrar una canal poco marcada. La emonto sin problemas y alcanzo un rellano donde monto una reunión (30 m de I-II) en la que volvemos a juntarnos los cuatro. Continuo la escalada por la canal, hasta encontrar un paso mas vertical. Con cuidado y cierta aprehensión, me agarro a la roca cubierta de liquen y la supero ascendiendo primero a la derecha y después a la izquierda. Este tramo es el mas difícil de toda la escalada (II+/III). Como podré comprobar a la bajada esta fuera de la ruta.., Monto una reunión y aseguro a Santiago que sube rápidamente. Después vienen Alvaro y Jose Antonio.
Avanzando por la cresta. Detrás el Perdiguero
La cordada de cuatro, lenta y ferregosa, no nos convence. Así que optamos por separarnos en dos cordadas independientes. Santiago con Alvaro. Jose Antonio conmigo. Nuestros amigos toman la delantera y enseguida les perdemos de vista. Nosotros nos esforzamos en desliar la cuerda que ha formado un nudo fenomenal. Tras muchos esfuerzos y algún que otro juramento, aclaramos el lío y seguimos adelante. Enseguida llegamos a una cresta. La seguimos a la derecha, ascendiendo con una trepada sencilla (I/II), disfrutona y con mucho aire a los dos lados, que ofrece magníficas vistas de los valles de Remuñe al sur y de Lis al norte.
Jose Antonio asciende la canal-diedro de la torre que forma la cima oeste, en la que ya estan Santiago y Alvaro
Jose Antonio y Enric en la cima oeste. Detras el Perdiguero y el Malpàs

No tardamos en alcanzar lo alto de una punta que precede a la torre cimera en la que vemos a Santiago. Descendemos unos metros hasta una brecha y Jose Antonio, que ahora va delante, emprende el ascenso de la última torre por una canal-diedro bastante vertical (II). El viento nos sacude con violencia y arquea la cuerda que forma una gran comba. Cuando mi amigo llega arriba. asciendo a toda leche por la canal que es mas fácil de lo que aparenta. El ambientazo es sensacional, aéreo, vertical... Estoy rodeado de precipicios que finalizan en pequeños heleros e inclinadas pedreras. Alcanzo la cima de la torre y me llevo una sorpresa al ver que no nos encontramos en el punto mas alto de la montaña. Ignoraba que la cumbre tiene dos puntas y ahora estamos en la oeste que es ligeramente mas baja…
Santiago y Alvaro en la cima del Pico Boum

Nos desencordamos. La cumbre principal esta cerca y desde la misma nos saludan nuestros amigos. Una corta y sencilla cresta de bloques nos lleva a la punta principal (oriental) que es la verdadera cima. Son las 11.00 h y estamos a 3006 m de altura. Después de tantos años, por fin he logrado ascender a esta cumbre tan esperada.

La escalada nos ha costado 1h y 15 min, mas del doble de lo que esperado. El tramo en que nos hemos liado y las complicadas maniobras, que nos habríamos ahorrado formando desde abajo dos cordadas, nos han hecho perder tiempo. Pero ahora estos detalles carecen de importancia.  Azotados por el viento, disfrutamos de un panorama excepcional que queda realzado por la sensación de vacio y verticalidad del entorno que nos rodea. Es como si estuviéramos en el mirador de una alta atalaya situada entre profundos valles y elevadas montañas...
Enric, Alvaro y Santiago en la cima




Las vistas son magníficas en todas las direcciones. Al oeste, la arista por la que ha transcurrido la última parte de nuestra ascensión, se prolonga estrecha y accidentada hasta la gran mole del pico del Malpas, otro tresmil que desde España tiene un acceso dificil. Descubrimos una cordada en una de las puntas rocosas de esta larga travesía. Los escaladores se ven diminutos,colgados de la pared en un lugar increíble, lo que nos da idea de las dimensiones reales de los gigantes rocosos que hay por aquí. A la izquierda del Malpás vemos la parte superior de Perdiguero y, aun mas a la izquierda, la mole del Posets la segunda montaña mas alta de los Pirineos.
Desde la cima. Mall barrat y Mall Planet.Detrás el Mall Pintrat y los picos de Esteauas.    
Al este la cresta desciende fuertemente hasta la Brecha Barrat. Después vuelve a erguirse aguda y desafiante entre paredones, hasta la cima del Mall Barrat.  Detras y algo a la derecha de la misma aparece otro coloso, el Mall Planet.  Dirigiendo la vista a la izquierda distinguimos los picos de Esteauas y el Mall Pintrat. Por unos instantes mi mente se va ocho años atrás, cuando en compañía de Santiago las recorrimos estas cimas . Fue una larga jornada de escalada repleta de emociones...
Desde la cima. El Valle de Remuñe y la Tuca de Literola

Al SE disfrutamos de una panorámica lateral de los montes del macizo de la Maladeta y del iico y la cresta de Alba. Al sur contemplamos a vista de pájaro las pendientes de roca y nieve por las que nos aproximamos. Mas atrás, algunos tramos del valle de Remuñe con sus dos lagos, que desde aquí parecen dos lentejuelas que brillan reflejando los rayos de sol. Al otro lado del valle se eleva la ancha y abrupta muralla de la Tuca de Literola y del Pico de Remuñe, cuya  cresta sigue al oeste hasta el Portal de Remuñe. 
Desde la cima. Porta y Forca de Remuñe y Perdiguero

Tras la dosis paisajística, viene la sesión de fotos... No comemos ni bebemos, pues no podemos. Con mi “brillante” idea de dejar las mochilas el agua y la comida se quedaron abajo. Pero no pensaba que la ascensión fuera a alargarse tanto. Tras unos 20 minutos de estancia en este privilegiado mirador,  iniciamos el descenso con la esperanza de que vaya mejor y mas rápido que la subida...
Descendiendo la torre de la cima oeste

Enseguida llegamos a la cima oeste y volvemos a encordarnos. Primero bajan Alvaro y Santiago,en este orden.Detrás Jose Antonio y un servidor, que cierro la comitiva. Rápidamente destrepamos la canal-diedro y llegamos a la brecha. En vez de continuar por la arista siguiendo nuestra vía de subida, bajamos directamente al sur por la canal. El terreno es fácil pero descompuesto. No tardamos en perder altura destrepando en ensamble los relieves que separan pequeñas terrazas. Como siempre, la principal dificultad es no tirar piedras (inexplicablemente nadie ha traído el casco). Para minimizar este riesgo nos separamos de nuestros compañeros y evito progresar cuando Jose Antonio se encuentra en mi vertical.

Tras unos 40 metros de bajada por la canal llegamos a un terraza. Ahí encontramos a Alvaro y Santiago entretenidos en la instalación de un rápel para bajar por el mismo eje de la canal.  Pero a mi la idea no acaba de seducirme. Además tengo curiosidad por saber por donde va la verdadera vía de ascenso. Así que le pregunto a Jose Antonio si prefiere seguir destrepando o hacer el rápel. “Lo que sea mas emocionante”,me responde...Me quedo sin saber que decir e interpreto interesadamente que le es igual. Así que dejamos a nuestros amigos atareados con su rápel, e iniciamos un flanqueo descendente a la derecha (O) por unas zonas de placas que, sin demasiados problemas y con algún hito, nos conduce hasta la canal que precedía al paso mas difícil de la subida. Me enfado conmigo mismo al darme cuenta de la forma tan tonta en que perdí la vía de ascenso... Aun mas cuando descubro dos hitos que marcan el inicio de esta diagonal…
Alvaro en el rapel
Continuamos bajando por la canal, que es fácil pero pide cuidado. De cuando en cuando no podemos evitar que nuestros pies o la cuerda arrastren piedras al vacío. Alcanzamos el extremo de la repisa estrecha y deshacemos el camino de subida hasta situarnos sobre la repisa ancha. En contra de lo que esperaba, la bajada del murete de 2 metros no nos da grandes problemas. Continuamos por la repisa y llegamos al extremo de la misma.

Mientras tanto, Alvaro y Santiago han rapelado hasta aquí, y han destrepado los 25 metros que nos separan del pie de la pared. Al vernos nos saludan mientras doblan tranquilamente la cuerda. En sus rostros se dibuja una sonrisa de oreja a oreja... Me hubiese gustado ver que cara ponían cuando se encontraban en nuestra situación. Dicen que la bajada es fácil, que no tiene problemas. No se por qué, pero su voz me suena a falsete. Pero pronto saldremos de dudas...

Monto un reunión sobre una cinta que coloco alrededor de un saliente de roca pequeño e inclinado. No es que sea un seguro de libro, pero no hay nada mejor... Aseguro a Jose Antonio que empieza a destrepar de cara a la pared. La primera decena de metros baja rápido. Cuando alcanza el punto en que la canal se hace vertical y con pocos agarres, se detiene en seco. Lo veo dudar... ¡Mala cosa, no debe ser tan fácil...! Todos le damos consejos sobre que hacer y donde cogerse, incluso yo que no tengo ni idea... De todas maneras va seguro, pues lo sujeto fuertemente con un seguro dinámico. Tras unos momentos de indecisión sale la raza madrileña e inicia el descenso. Lentamente supera el paso de unos 10 metros de alto y le oigo respirar aliviado cuando alcanza la zona mas fácil. Después desciende rápidamente y se reúne con los otros dos. Llega mi turno...
Jose Antonio descendiendo en diagonal por la ruta correcta

Tengo muy claro que no voy a arriesgarme. Desgraciadamente no puedo montar un rápel, pero tampoco pienso  bajar a pelo. Así que pongo en práctica un truco de gato viejo. Primero pido a Jose Antonio que se desate. Paso el cabo libre de la cuerda por la cinta de la reunión, lo envío para abajo y le pido a Santiago, que ha adivinado mis intenciones, que me asegure desde abajo. Empleando la cinta de la reunión como una polea, empiezo el destrepe. Se que ésta se aguanta por cortesía, y que se mantendrá en su sitio mientras la cuerda tire hacia abajo sin perder tensión. Así que solicito a mi amigo que mantenga la cuerda un poco tirante. Ahora ya me siento mejor, y bajo por la canal sin problemas. 

Al llegar a la zona mas fácil me desato, tomo las dos cuerdas y, moviéndolas a la vez de arriba abajo, intento desencajar la cinta de la reunión.Pero no lo consigo... ¡Coño con el invento, es mucho mejor de lo que pensaba..!  Subo unos metros para situarme en un punto desde donde la maniobra  es mas efectiva. Tras dos intentos la cinta salta de su alojamiento y recupero la cuerda. Después bajo hasta la repisa del pie de la canal y me reuno con el resto de la panda. Son las 11.45 h. Contento y animado proclamo que las dificultades han finalizado. Pero, una vez mas vuelvo a equivocarme...

Alvaro y Jose Antonio se calzan los crampones, pero Santiago se los cuelga de la cintura… Extrañado le pregunto que hace. Me responde que al no llevar piolet no ve clara la bajada del nevero y seguirá por la rimaya para esquivar la nieve. No se por que, pero decido acompañarlo. Mientras tanto nuestros amigos madrileños suben al borde del helero y empiezan de forma decidida empiezan a bajar en diagonal en vez de hacerlo de cara a la pendiente. Antes de que pueda decirles que cambien de posición Jose Antonio resbala, baja un par de metros y se detiene. El incidente parece que no le afecta, pues continua descendiendo del mismo modo pero mas alentamente…

Desentendiendome de los madrileños, sigo a Santiago por la rimaya. Enseguida lo encuentro parado en un punto donde el hielo queda cortado a pico. El escalón debe tener de 3 a 4 metros de alto y no puede destreparse. Me quedo perplejo cuando dice que lo mejor es saltar. Miro hacia abajo y veo una estrecha plataforma de roca situada al fondo de la rimaya, que queda separada horizontalmente de nuestra situación un par de metros. La salida del salto me parece muy forzada y la zona de recepción pequeña y alejada. Si no caemos bien, lo que es bastante probable,  podríamos hacernos daño. Además, no vemos lo que continua, aunque parece que no hay mas dificultades. Lo tengo clarísimo. Ni pienso saltar ni permitir que lo haga Santiago. Así que bajaremos por la nieve. Resignado, el hombre asiente sin decir nada. Para animarlo le explico que ire primero haciendo huellas y manteniéndome justo debajo de él, por si tiene algún problema. Ahora pienso que habría sido mucho mas fácil asegurarlo con la cuerda. Pero en ese momento no se nos ocurrió esta posibilidad…

Tras calzarnos los crampones subimos al borde del helero y comenzamos el descenso. Bajamos de cara a la nieve y voy dando patadas en la superficie helada para dejar algo de huella. Santiago me sigue muy cerca con expresión grave pero serena. La pendiente es fuerte, pero dejando a un lado los nervios y las prisas, se baja sin problemas. Entonces veo a Alvaro y Jose Antonio en el islote pedregoso existente a medio nevero. Me extraña ver a este último sentado, pero como estoy bastante atareado no doy mas importancia a este hecho.Continuamos bajando en ligera diagonal, llegando a las primeras piedras cuando los otros dos alcanzan las mochilas. Atravesamos el pequeño pedregal y descendemos sin incidentes el segundo tramo de nieve, mas fácil que el anterior. A las 12.10 h volvemos a reunirnos.

Miro a Jose Antonio y veo que algo ha pasado. Tiene una expresión angustiosa, le duele el el pecho y la pierna derecha. “¿Pero que ha ocurrido?”, le pregunto. Me explica que tras dla primera caída, tuvo una segunda en la que no se pudo parar. Bajo un porrón de metros antes de impactar contra las piedras, dándose un fuerte golpe en las costillas y en la pierna que presenta varias rascadas.Un gran susto sin serias consecuencias…
Un alto durante la bajada por los campos de nieve
Mientras preparamos las mochilas sugerimos repartirnos los trastos de Jose Antonio para que no cargue peso, pero rehúsa el ofrecimiento. Aún tiene orgullo, lo que es buena señal. Iniciamos el descenso, primero lentamente y después a paso mas normal. En algún tramo donde debemos emplear las manos ayudamos al herido, pero en general baja muy bien. En cuanto podemos tomamos la nieve, pues es más cómoda para caminar. Rápidamente perdemos altura y nos alejamos del pico Boum.

Son las 12.30h cuando llegamos a la gran faja inclinada. Jose Antonio continua con dolores y molestias, por lo que hacemos una corta parada para que tome un calmante. Bromeamos y quitamos importancia al asunto. Le recuerdo que, poco antes del accidente, me dijo que quería una bajada emocionante, y ha de reconocer que la ha tenido… Este comentario consigue arrancarle una sonrisa y  me dice que ahora entiende porque me muevo con tanta prudencia sobre la nieve. Y es que un servidor también ha sufrido buenas hostias…
Jose Antonio mostrando parte de las heridas recibidas en la caida por el nevero
Rápidamente seguimos nuestra ruta de subida, atravesando pedreras, algún que otro nevero e inclinados campos de hierba. A las 13.00 h alcanzamos la parte alta de la canal que se desploma sobre el Ibonet de Remuñe. Iuminada por el sol inspira bastante respeto. Descendemos con cuidado , buscando los pasos mas cómodos y menos expuestos. A las 13.25 h llegamos al Ibonet de Remuñe donde hacemos un breve alto para beber y comer. Veo a Jose Antonio mas animado. Le felicito por haber bajado sin quejas y a nuestro ritmo y me dice que ha cesado el dolor de pecho, pero ahora es la pierna la que le mortifica…

Continuamos decendiendo por el camino “turístico” el Valle de Remuñe. El calor es sofocante. El cielo, cada vez mas cubierto de nubarrones, anuncia una tormenta. La bajada del valle es muy bonita pero se nos hace tan pesada como interminable. Finalmente, a las 14.30 h llegamos al coche, nueve horas después de haber iniciado la excursión. Contando incidentes, accidentes, retrasos y paradas nuestro horario coincide con el de la guía de Miguel Angulo, toda una “Biblia” de las ascensiones pirenaicas. No está nada mal…
De nuevo en el rellano del Ibonet de Remuñe
Tras cambiarnos de ropa y calzado, y disfrutar unas bebidas bien frescas que saco de la nevera que he traído (un invento diabólico), iniciamos el viaje de vuelta. Tras dejar a Santiago en Sesué llegamos a Laspaúles. Sin pasar por casa nos dirigimos al Hotel-Residencia, donde nos esperan nuestras familias para comer. Después nos vamos a casa para duchamos y disfrutar de una buena siesta.

Salvo para Alvaro, que seguirá unos días mas por estas tierras,  aun nos queda un largo día por delante. Debemos volver a Begues esta noche para mañana ir a trabajar. Con la idea de encontrar la carretera tranquila salimos tarde, pero un atasco en la N-II nos hace llegar a casa a la una de la madrugada. Yo me voy directamente a la cama. Jose Antonio lo tiene peor, porque los niños, que han dormido durante el viaje, se despiertan al llegar y están deseosos de marcha…

El lunes al mediodía veo a mi amigo que me confiesa encontrase en un estado lamentable. La pierna le duele, las heridas le molestan y tiene un sueño que no hay manera de quitárselo de encima. Son los dulces recuerdos de la montaña. Así y todo, ya pensamos en otra ascensión. No me extraña que mas de uno nos tache de locos. Pero bendita locura esta  que nos hace disfrutar intensamente de amigos, ilusiones, situaciones y panoramas excepcionales. Como nos ocurrió el pasado 20 de Julio en el Boum…
Alvaro y Jose Antonio llegando al coche

































EniEn - Febrer 2016

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