En
Agosto del 2011 estaba bastante en forma y me apetecía hacer un recorrido
“grande” pero asequible en Pirineos. Después de barajar distintas opciones me
decidí por la travesía pico Troumouse-La Munia desde el valle de Barrosa, un recorrido sensacional y muy currado en el que se ascienden cuatro tresmiles…
Conocía
la ruta por haberla hecho dos veces en el pasado, la última 14 años atrás… La
ascensión puede definirse como una ascensión de alta montaña con un largo tramo
de trepada-escalada poco difícil pero expuesta, aérea, sin escapatorias y de
trazado no demasiado evidente. El desnivel y la distancia son importantes. El
terreno, variado y complejo, pide olfato para encontrar los mejores pasos, que
no siempre son los mas fáciles. El entorno grandioso. Las vistas soberbias. Un
recorrido magnífico con muchas partes en las que esta prohibido caerse, que te
deja cansado y con la sensación de haber hecho algo fuera de lo normal.
Como
que Encarna no podía venir por estar lesionada, le propuse a Javier que se
apuntara a la fiesta. Hacía varios años que no salíamos juntos al monte y me
apetecía disfrutar de su compañía siempre agradable y divertida. No se lo tuve
que decir dos veces. Dejando de lado algún problemilla con mis piernas, todo
fue según lo previsto y lo pasamos muy bien.…
He
revisado y reeditado la publicación que hice de esta ruta en el año 2011 en
nuestro anterior blog “EniEn” para colgarla en “Al monte con EniEn”. De esta
forma atiendo algunas solicitudes de algunos montañeros/as que nos han
contactado interesándose por esta ruta (de la que hay poca información), que a
mi entender, dentro de su categoría es de lo mejor que puede hacerse en
Pirineos.
Agradecer
a Javier sus comentarios que he intercalado en la crónica/descripción de la
ruta. Con ellos el escrito se enriquece con otro punto de vista de la actividad
y, sobre todo, es mas divertido…
Travesía aérea en el sector superior del espolón E del pico de Troumouse |
Subiendo por el PR-187 al Puerto de la Barrosa. Abajo el Valle de la Barrosa |
Lugar en el que el PR encuentra el final de la Senda de las Pardas |
Ficha técnica
Tipo Actividad
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Ascensión-escalada de alta montaña estival
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Fecha
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Sábado 20 de Agosto 2011
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Asistentes
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Javier y Enric
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Zona
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Valle de la Barrosa (al N del
valle de Pineta). Pirineo central oscense
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Inicio ruta
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Inicio de la pista del Hospital de Parzán
(1400 m). Junta la ctra A-138 que va de Bielsa al túnel de Bielsa, PK 88.2
aprox
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Final ruta
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Recorrido
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Ver tabla adjunta
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Cent Cims (*)
|
No
|
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Noche
|
No
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Horario
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Total
|
13 h 42 min
|
Efectivo
|
10 h 18 min aprox
|
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Cota (m)
|
Mínima
|
1400 (inicio pista Hospital Parzán)
|
Máxima
|
3134 (La Munia)
|
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Climatología
|
Buen tiempo
|
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Visibilidad
|
Muy buena
|
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Nieve-hielo
|
No
|
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Desnivel Acum (m)
|
Total
|
3996
|
Ascenso
|
1898
|
Descenso
|
1898
|
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Distancia (Km)
|
24,5
|
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Dificultad global
|
Muy Alta
|
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Dific.Física
|
Muy Alta, al muy importante
desnivel y longitud del recorrido se suma el esfuerzo y la tensión de tener
que realizar largos tramos de trepada
|
IBP index
|
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Dific.Orientación
|
Alta en el espolón E del
pico Troumouse. Media-Baja en la bajada del collado superior de
Robiñena al camino del Puerto de la Barrosa (hitos, pintadas y trazas de senda
a veces poco clara). Baja en el resto del recorrido
|
|||||||||
Dific.Psicológica
|
Alta en la escalada del
espolón E del pico Troumouse (larga,aérea y expuesta) y en la subida al pico
de Sierra Morena (aérea y expuesta). Media en el tramo de cresta entre
el Pico de Troumouse a la Munia y en la bajada de la misma. Baja-Media
en el resto del recorrido mas por el cansancio mental que por el terreno.
|
|||||||||
Dific.Técnica
|
Muy Alta en el espolón E del
pico de Troumouse (trepada prolongada (450 m altura) PD+ por una pared poco clara y con mucha
roca suelta, donde hay algun paso de III) y en la subida al Sierra Morena (40
m de III/II). Media en el tramo de
cresta entre el Pico de Troumouse a la Munia y en la bajada de la misma (pasos
aislados de trepada fácil). Baja en el resto del recorrido (caminar
sin apenas problemas y PR)
|
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Material
|
El propio de una ascensión de alta montaña
estival sin nieve. A principios del verano crampones y piolet. Se puede hacer
a pelo, pero conviene llevar una cuerda min 30 m y material de asegurar.
Casco imprescindible
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Cartografía
|
“Ordesa y Monte Perdido”, 1
:25000, Ed.Alpina, 2015
|
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Bibliografía
|
Reseña de Jesule en la web Pirineos 3000
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Valoración
|
Una ruta larga y agotadora, pero magnífica,
en la que se encadenan varios tresmiles entre los que se encuentran los picos
de Troumouse y de la Munia. Con un largo tramo de escalada poco difícil pero
expuesta, aérea y sin escapatorias.
|
|||||||||
Comentarios
|
-Una ruta bestial. En su categoría de lo
mejor que puede hacerse en Pirineos
-La ruta tiene un fuerte compromiso ya que,
una vez en el espolón E del pico de Troumuse, no hay escapatorias
-Atención al mal tiempo. Una tormenta en la
pared del Troumouse o en el largo tramo de cresta podría ser temible.
-La niebla puede complicar mucho la orientación
en la bajada desde el collado de Robiñéra
-Puede empezarse la ruta en el final de la
pista (vehículo 4x4).
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Con perros…
|
Absolutamente no
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(*) Se indica si la ruta incluye el ascenso a algún pico del listado de Cent-Cims
de la FEEC
Desnivel, distancia e IBP Index calculados a partir del track mediante
“ibp index” (http://www.ibpindex.com/index.php/es/)
La estimación de la dificultad técnica se realiza considerando la
actividad como excursión/ascensión.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica
específicamente
La estimación de la dificultad de orientación se realiza en las
condiciones de visibilidad encontradas al realizar la actividad
Trazado de la ruta del espolón E del Pico de Troumouse, 450 metros de desnivel, dficultad PD+ |
Paso de entrada al espolón. Detrás los lagos de la Barroude |
Recorrido
Los tiempos son netos, sin contar paradas
Lugar de la ruta
|
Altura
(m)
|
Distancia
Km
|
t.parcial
(h:min)
|
t.acum
(h:min)
|
Comentario
|
|
1
|
Inicio pista del Hospital de Parzán
|
1400
|
0,0
|
0
|
0
|
Cota mínima.Seguir la pista (PR-187)
|
2
|
Ruinas
|
1510
|
1,6
|
0:23
|
0:23
|
Seguir por la pista(PR-187)
|
3
|
Final de la pista
|
1564
|
2,2
|
0:09
|
0:32
|
Continuar por camino/senda (PR-187)
|
4
|
Refugio de la Barrosa
|
1732
|
4,8
|
0:41
|
1:13
|
Seguir el camino del Puerto de la
Barrosa (PR-187)
|
5
|
Puerto de la Barrosa
|
2531
|
9,8
|
2:00
|
2:13
|
Dejamos PR 187.Seguir sendero en cordal
(O-SO)
|
6
|
Brecha
|
2630
|
10,6
|
0:25
|
2:38
|
Inicio escalada del espolón E del pico
de Troumouse
|
7
|
Pico de Troumouse
|
3089
|
11,5
|
2:06
|
4:44
|
Seguir cresta y escalar cara N de la
Sierra Morena
|
8
|
Pico de Sierra Morena
|
3093
|
11,7
|
0:50
|
5:34
|
Seguir la cresta
|
9
|
Pequeña Munia
|
3099
|
12,4
|
0:18
|
5:54
|
Cota máxima. Seguir la cresta
|
10
|
La Munia
|
3134
|
12,6
|
0:15
|
6:09
|
Bajada por la ruta normal (senda y
pasos destrepe)
|
11
|
Canal oblicua
|
3030
|
13,0
|
0:30
|
6:39
|
Poco antes del Pas de Chat
|
12
|
Collado Superior de Robiñera
|
2860
|
13,5
|
0:22
|
7:01
|
Bajada con hitos y trazas de senda
|
13
|
Senda de las Pardas
|
2413
|
15,4
|
0:50
|
7:51
|
Camino marcado
|
14
|
Dejamos la Senda de las Pardas
|
2340
|
16.0
|
0:19
|
8:10
|
Linea de hitos poco después de un
collado
|
151
|
Camino del Puerto de la Barrosa
|
2105
|
18,0
|
1:07
|
8:58
|
Seguir por la ruta de subida PR-187
|
4
|
Refugio de la Barrosa
|
1732
|
19,6
|
0:25
|
9:23
|
Seguir por la ruta de subida PR-187
|
1
|
Inicio pista del Hospital de Parzán
|
1400
|
24,5
|
0:55
|
10:18
|
Cota mínima
|
La subida consiste en salvar pequeñas gradas rocosas a menudo cubiertas de piedrecilla |
En la pared negra, llegando a la vieja cuerda fija que es mejor no utilizar |
Cartografia
Los números que aparecen se refieren al lugar de la ruta indicado en la tabla del recorrido
Superando la pared negra |
En el espolón E |
En itinerario está señalizado con hitos |
Le he pedido a Javier
que haga algunos comentarios sobre la ascensión. Estos aparecen en cursiva azul
en la parte del escrito a que se refieren. Gracias Javier por tu contribución.
Estoy seguro que con ella este escrito ha queda mas redondo y divertido…
Viernes
19 de Agosto. Tras un
viaje largo que se nos hace corto, llegamos al inicio de la pista que sube al
Hospital de Parzán. Son las 20.30 h. Hoy me acompaña Javier al que, después de
varios años sin ir juntos al monte, me ha costado muy poco convencerle para que
se apunte a la fiesta. Javier es un portento físico acostumbrado a rutas de
gran distancia y desnivel. Nunca se ha metido en un recorrido de las
características técnicas como el que le he propuesto y está algo nervioso. Pero
mis dudas no están en mi amigo (que seguro no tendrá problemas) sino en que mis
piernas aguanten…
Aparcamos
en una pequeña explanada que hay junto el inicio de la pista (1400 m).
Podríamos haber subido con el coche hasta unas ruinas que hay mas arriba, pero
el recuerdo de mi última visita me dice que no vale la pena. Así que dormiremos
aquí. Sin prisas preparamos el interior del vehículo para pasar la noche.
Después cenamos y hablamos un rato. A las 22.30 h nos vamos a dormir. No hace
frío y el cielo esta lleno de estrellas. Buenos presagios…
Sábado
20 de Agosto. La
alarma del móvil suena a las 4.00 h. Los dos nos quejamos de que el calor casi
no nos ha dejado dormir. Mala suerte.
Por muy impresionante que sea la excursión, cuesta
encontrar a estas horas la motivación suficiente para salir del saco, y más aun
después de lo poco que he dormido durante la noche.. Cuánta razón tenía el
instructor que te dijo lo de que ésta, es la hora más sexual del día “por que
es la que toca mas los cojones…”
Después
de un cuarto de hora de ganduleo nos ponemos en marcha. Recogemos las cosas,
rehacemos el interior del coche, desayunamos y acabamos de preparar las
mochilas. Nos repartimos los trastos comunes. Yo la cuerda de 30 m y 9.5 mm.
Javier el material duro (5 cintas exprés, varios empotradores, tres
friends, anillos grandes de cinta plana
y tres mosquetones de seguridad). Dice que no le cabe en la mochila y que
prefiere llevarlo colgado, algo que yo nunca haría. Pero como dice el refrán,
contra gustos no hay disputas… Los dos llevamos casco, arnés y el equipo
habitual en una ascensión de alta montaña estival. Sin piolet ni crampones, que
no hay nieve. Además del pelo y de la edad, un aspecto que nos diferencia es el
calzado. Javier lleva zapatillas de treking. Yo unas viejas botas rígidas que,
a pesar de estar hechas polvo y estar casi sin suela, me resisto a jubilar.
Vuelve a salir el tema de si subimos con el coche hasta donde podamos, pero
rechazamos la idea. Queremos empezar desde abajo, sin ninguna ventaja. Mucha
ilusión y poco cerebro. A las 4.53 h empezamos a caminar.
Tras dejar atrás la travesía,con el trípode de la cima del pico de Troumouse ya a la vista |
Sin
prisas subimos por la pista (PR 187) en medio de la oscuridad que rompen
nuestras lámparas frontales. Estoy alucinado con la de Javier. Con sus 19 leds
ilumina como un camión, y sólo le ha costado 2 € en una tienda de chinos. A su
lado, mi super Peltz de 3 leds+foco y 30€ parece una candela. El buen estado
del piso y la presencia de una enorme excavadora, nos indican que la pista esta
de reformas. Tras 23 minutos de caminata el potente foco chino ilumina unas
ruinas (5.16 h, 1510 m). Para mi sorpresa la pista continua igual de buena, y
sigue así durante un buen rato. Finalmente, encontramos a la izquierda el
camino del valle de la Barrosa (marcas amarillas y blancas) y dejamos la pista,
que se dirige a unas cercanas instalaciones hidraúlicas . Son las 5.25 h y el
GPS dice que estamos a 1564 m. De haber venido con el coche nos habríamos
ahorrado algo mas de media hora y 150 m de subida.
Proseguimos
por el camino (O, PR 187), primero ancho, después mas estrecho pero bien
marcado. En leve ascenso nos lleva hacia el fondo del circo de la Barrosa por
la orilla derecha (orográfica) del
valle. De repente la potente luz que nos guía se apaga. Los leds chinos dejan
de lucir y nos dejan a expensas de mi frontal, que al tener las pilas bastante
gastadas es como ir medio a tientas. Javier se muestra contrariado. No puedo
evitar decir “por dos euros…”
La madre que parió al frontal de los chinos, muchos
leds, mucha luz, pero es que no ha durado una mierda, ya se ha apagado.Vaya
tela, porque son pequeños y ni se enteraría, sino le metía al chino, los leds
uno a uno por el culo. Ya verás tú a oscuras, lo que tardo en irme al suelo.
Iniciando la subida del último muro |
Tras
intentar reanimar sin éxito la linterna, seguimos subiendo. Atravesamos zonas
de pedrera y campos de hierba. Delante y arriba el perfil negro del collado de
Robiñera y de las montañas de los lados (La Munia,Robiñera), se recorta contra
un cielo azul oscuro. Los ojos de algunas vacas lucen en la noche.
Silencio, soledad…Cruzamos el río. El camino traza una lazada y nos lleva al
refugio libre de la Barrosa (6.06 h, 1732 m). Cambiamos de dirección (N).
Empieza una larga subida que, enteramente por camino (PR 147) nos llevará al
Puerto de la Barrosa.
Las
siguientes dos horas son de ascenso cómodo y continuado. La senda, bien
trazada, remonta en grandes lazadas la vertiente izquierda (orográfica) del
amplio valle que baja del puerto de la Barrosa, situado 800 metros por encima
del refugio. Caminamos a ritmo tranquilo pero constante, intentando ahorrar
fuerzas. La noche muere y una luz lechosa se apodera del paisaje. Poco a poco
las formas de los colosos que nos rodean se hacen mas nítidas. Aparece el pico
de Robiñera, el collado homónimo y el colosal escalón de mil metros de altura,
que baja del mismo hasta el fondo del circo de la Barrosa. Si todo va bien, por
ahí volveremos. Muy arriba distinguimos la mole de la Munia, el Sierra Morena y
el Troumouse con su pared oriental por donde habremos de subir. Su aspecto
compacto y repelente no es nada tranquilizador. Javier la mira hipnotizado. Le
digo que no se preocupe, que es mucho mas fácil de lo que parece. Pero no
parece convencido. Le comprendo. La misma sensación tuve la primera vez que
vine, hace ya muchos años…
Llegando a la cima |
Vamos subiendo y cada vez que miro la pared me deja
más impresionado, y dudo sobre si por ahí seré capaz de llegar a la cima.Además
el paisaje me tiene hipnotizado ya que me recuerda muchísimo al Valle de
Vajolet en Dolomitas. Menudo paredón tenemos delante, y este hombre asegura que
por ahí se puede subir sin demasiados problemas. La verdad es que visto desde
aquí, cuesta mucho creerlo, pero bueno, hagamos un acto de fe, y confiemos en
el guía.
Ya
cerca de la amplia horcada del puerto encontramos un poste señalizador que
indica el inicio (o final) de la Senda de las Pardas (7.57 h, 2445 m). Se trata
de un antiguo camino minero que, de forma osada y espectacular, y con algunos
tramos equipados, atraviesa las paredes del circo por viras y repisas colgadas
sobre el vacío. Algún día he de venir a hacerla…
Unas
pocas lazadas mas y salimos al amplio llano herboso del Puerto de la Barrosa
(8.10 h, 2531 m). Al otro lado (N) descubrimos el circo de la Barroude. Prados
verdes, lagos azul turquesa, el refugio, las imponentes murallas de color claro
de la cresta que une los picos de Troumouse, Aires y Heid... Mas al norte, la
forma atrevida del Gerbats domina el valle como un enorme centinela . Que
maravilla…El día es magnífico. Ni una nube, temperatura agradable, una suave
brisa, paz…
En la cima del pico de Troumouse |
Poco
antes de llegar al Puerto giramos a la izquierda (O) y dejamos el PR. Un
sendero que recorre el cordal-cresta ynos acerca a la base de la pared este del
pico de Troumouse, que iluminada por el sol mañanero, se muestra enorme y
poderosa. De repente un estruendo rompe el sereno equilibrio del paisaje. Un
nevero se precipita por la pared entre el Troumouse y la punta Aires. La
brutalidad del desprendimiento nos acongoja haciéndonos sentir muy pequeños y
vulnerables. Por suerte en nuestra ruta no hay nieve.
A medida que nos acercamos a la entrada de la vía,
cada vez estoy más impresionado no tan solo por la altura de la pared (450 m),
y lo insignificantes que parecemos a su lado, es un monstruo enorme, sino
también por la dificultad que ésta tiene, eso sí incrustada en un entorno
espectacular. El desprendimiento de nieve, sin que llegue a
afectarme, me ha dejado bien claro que pasaría en caso de caer
La cresta de Troumouse vista desde la cima. Un grupo de montañero se aproxima a la cumbre |
Conforme
avanzamos el cordal se hace mas abrupto. Un breve descenso por una canal,
seguido de una ascenso en diagonal entre muros rocosos, nos permite esquivar
una punta aguda de color claro y alcanzar, tras un breve descenso, una canal
estrecha y pedregosa. La canal finaliza pocos metros mas arriba, en una pequeña
brecha que domina los neveros de la Barroude. En la pared de la izquierda una
flecha azul indica el inicio de la vía de ascensión de la cara este del
Troumouse (8.35 h, 2630 m). Llevamos 3.45 h de marcha casi interrumpida y 1230
metros de desnivel. No vamos rápidos pero estamos dentro del horario marcado.
Nos detenemos para almorzar.
Mientras
desayunamos llega un grupo de franceses (entre ellos dos niños) procedentes del
refugio de la Barroude.Tienen el mismo objetivo que nosotros pero con distinta
mentalidad. Van sin casco, cuerda, ni material de ningún tipo. Ataviados con
gorrito, pantalón corto y dos pequeñas mochilas para cinco personas,
muestran una frescura que nos hace dudar si son unos genios o unos
inconscientes. Al ver nuestra cuerda uno de ellos se sorprende y con tono entre
divertido e impertinente nos pregunta para que la llevamos. Preferimos callar…
La madre que parió al francés, menuda vacilada nos ha
pegado. Sólo hubiera faltado que se hubiera quitado las zapatillas que lleva y
hubiera subido descalzo.
Las praderas del circo de Troumouse vistas desde la cima |
Tras
media hora larga de parada (9.08 h) , ya con el casco y el arnés colocados, la
cuerda en la mochila y el material forzosamente a mano (Javier sigue pareciendo
un vendedor ambulante de trastos de escalada) iniciamos la ascensión. Para
empezar, una pared lisa de unos 2-3 m de altura donde los franchutes han tenido
problemas (no son tan buenos y la han cogido mal). La salvamos sin grandes
apuros gracias a la experiencia de mis dos ascensiones anteriores. El paso es
muy corto y poco arriesgado, pero el III no se lo saca ni Dios. Continuamos
caminando por una repisa que sube en diagonal. Enseguida salimos a una zona
amplia y compleja de la pared. Esta llena de canales, repisas, pequeños muros,
espolones y mucha piedra suelta, y se puede ir por muchos sitios.
Después
de superar el primero de los pasos “delicados” del día, tengo la sensación de
que hemos no dado un pequeño paso. Acabamos
de ganarle la primera batalla a la montaña.
La relativa facilidad con que lo he superado, después
de tanto tiempo sin hacer ninguna grimpada seria, me envalentona para seguir
subiendo, y sin llegar a la euforia,
poco a poco voy ganando confianza y en soltura. Conforme ganamos altura, siento
que me muevo con más desenvoltura.
El tramo de cresta que nos queda por recorrer camino de La Munia |
Durante
un rato la ascensión no tiene mas problema que evitar tirar piedras al que va
detrás. En previsión de posibles regalitos de nuestros amigos franceses (van
muy poco por delante), tomamos otro itinerario que nos aparta de su vertical.
Nos alejamos de los tramos de senda y de los hitos que están a nuestra
izquierda. Tomamos una línea mas directa, en dirección a una pared negra muy
característica que vemos un centenar de metros mas arriba. Trepamos fácilmente
por canales y pequeños resaltes de roca mas o menos buena. De esta manera la
subida es mas divertida, nos vamos habituando a lo que vendrá después y cogemos
confianza en este terreno.
Estoy disfrutando como un loco. La dificultad de este
tramo, te obliga a tener que buscarte la vida para encontrar los mejores pasos,
pero sin demasiadas complicaciones y me encanta.
El pico de Sierra Morena y nuestra ruta de ascensión, que con una dificultad de III/II es el tramo más técnico del recorrido |
Todo
va bien hasta que, de repente, noto un dolor agudo en el muslo derecho.
¡Mierda, ahora no…! Una vez mas, mi vieja, y no por ello solucionada, lesión de
aductores, la que me hice hace mas de veinticinco años yendo en bicicleta, se
despierta con muy mala leche. Se que el calambre es inmediato y he de evitarlo
como sea. Me detengo, relajo y estiro la pierna para destensar el músculo. Y lo
consigo… Pero el muslo está tocado y en cualquier momento puede volver el
tirón. Durante un rato he de evitar que trabaje y no flexionar la pierna, lo
que es mucho pedir cuando uno está trepando por una pared de 450 metros de
alto. Por suerte o por desgracia, no es la primera vez que me pasa, y se lo que tengo que hacer. Poco a poco y con continuas paradas, voy subiendo con la pierna
izquierda, manteniendo la derecha tiesa como una palo. Se que ofrezco una
curiosa estampa, pero voy haciendo, que es lo que importa…
La
historia de mi pierna nos retrasa. Vemos como los franceses (que
definitivamente son como nosotros,del “montón”) se sitúan bajo la banda rocosa
de color negro. Después suben titubeantes hasta la base de una canal-diedro
vertical donde hay una cuerda. A partir de ese momento los problemas se les
multiplican. Unos suben. Otros no y piden ayuda que les llega en forma de manos
tendidas y otras maniobras a cual mas arriesgada. Todo en un lugar donde esta
absolutamente prohibido caerse. No puedo evitar que un escalofrío me recorra el
espinazo.
Mira los franceses de las narices, aparte de tirarnos
alguna que otra piedra, parece que se han atascado en la cuerda. Si es que no
se puede ser un bocazas, al final aun los vamos a adelantar.
Al pie de la cresta N del pico de Sierra Morena, el único lugar en el utilizamos la cuerda |
Nosotros
vamos haciendo. Javier me dice que no tenga prisa e intenta quitar hierro a mi
problema. Pero a mi me sabe muy mal, sobre todo por él que estaba disfrutando
como un loco. Parece que me siento mejor. Pruebo a flexionar la pierna. Una,
dos, tres veces… Vuelve el calambre mas fuerte que antes. A toda prisa me medio
siento en una estrecha repisa y hago todo lo posible para contrarrestar el
tirón. Lentamente el dolor se apaga. Estoy muy preocupado. Nos encontramos en
la parte baja y mas sencilla de la pared. No sería complicado retirarnos. Pero
con el día que hace y la hora que es me cuesta aceptar esta posibilidad. Se
impone una solución radical. Saco de la mochila el pequeño botiquín y me tomo
una pastilla de Ibuprofeno. Después, y ante la sorpresa de Javier, me bajo los
pantalones y me aplico un spray tipo réflex en las dos piernas. Seguidamente
espero y me relajo. Unos minutos mas tarde me pongo en pie y pruebo a flexionar
la pierna. Ningún problema. Continuamos. Los franceses han conseguido superar
el paso equipado y ya no los vemos. Mejor…
Cuando te echas el spray tengo un poco de bajón
anímico. Al ver que estás pasándolo mal y que no puedes disfrutar de la subida
como esperabas, me frena un poco la excitación que hasta entonces me estaba
llevando hacia arriba casi en volandas.
Javier finalizando el primer largo del Sierra Morena, en cuyo inicio se encuentra el paso de III |
Sin
correr pero a un ritmo que, vistas las circunstancias, me parece mas que
aceptable, alcanzamos una repisa pedregosa situada una veintena de metros por
debajo de la pared negra. Rechazo el acceso directo por demasiado vertical.
Vamos a la izquierda y encontramos un hito al pie de una fisura. Indica el
inicio de la travesía ascendente a la derecha que lleva al pie de la
canal-diedro donde esta la cuerda fija. El flanqueo no es difícil (I+/II) pero
queda un poco colgado y obliga a pensar dos veces cada movimiento (algo que a
partir de ahora será habitual). Después remontamos la canal-diedro. Esta
formada por pequeños muros separados por exiguas repisas donde se puede
descansar (algo que le va muy bien a mi pierna). El paso es vertical, aéreo y
expuesto. Tendrá unos 25 m de altura, los últimos quince equipados con una
vieja cuerda, que diría es la misma que encontré hace 14 años. Por este motivo
no la hacemos servir. La roca es excelente. Los agarres justos y necesarios
permiten subir sin problemas. La dificultad II/II+ con un breve tramo en la
salida del diedro (mas escaso de presas) que podría ser III- o III.
El tramo de la cuerda me ha decepcionado un poco.
Sinceramente me esperaba tener más problemas (aunque en el fondo me alegro de
haberlo pasado tan fácilmente), sobre todo después de haber visto los apuros de
los franceses, y lo que ponía el de Pirineos 3000 en su reseña de que el
francés que subió por ahí las pasó canutas. Esto me anima para afrontar lo que
queda de subida.
Segundo largo del Sierra Morena, vertical y espectacular, pero mas fácil (II) |
En
Internet se habla de un paso alternativo mas nuevo, también equipado con una
cuerda, que se encuentra bastante mas a la izquierda de la canal-diedro. Por la
fotos y la descripción que se dan, creo que es mucho mejor subir por donde
hemos ido nosotros, eso sí, dejando la cuerda fija sólo para emergencias.
Superada
la canal-diedro tenemos la sensación de que la única salida viable es por
arriba, que ya no es posible la retirada. Evidentemente no es así (podría
hacerse un rapel desde los anclajes de la cuerda fija, o destrepar con
cuidado). La próxima sección de la pared es un tanto extraña. Un muro muy
inclinado (no vertical), con forma de embudo, de buena roca (aunque no lo
parece) y presas invertidas. En las zonas menos pendientes mucha piedra suelta.
De unos 40 metros de altura y, como siempre, con mucho aire por debajo. Lo
remontamos concentrados, sin prisas y sin problemas. Seleccionamos el trazado
para que la dificultad (II, muy sostenido) no nos sorprenda. Javier va de
maravilla. Mis calambres parece que ya son historia. Todo va y lo pasamos bien.
No así los franceses, que ayudándose de una mini-cuerda sufren en una travesía
que hay mas arriba.
Javier en la segunda reunión del Sierra Morena |
La sensación de estar haciendo algo grande aumenta a
medida que ganamos altura y la pared cada vez se complica un poco más.
En
la parte alta del cono rechazamos alcanzar una pequeña brecha del espolón que
hay arriba a la derecha (por ahí se han metido los franceses). Un sencilla
diagonal ascendente nos lleva a otro espolón situado a la izquierda, que
alcanzamos en una brechita donde hay un pequeño hito. Estamos a media pared. Al
otro lado, descubrimos de cerca la basta vertiente sur del pico de Troumouse.
También la “gran verruga” del pico de Sierra Morena y su famosa arista norte,
que esperamos subir mas tarde. La ascensión cambia de estilo. En adelante nos
moveremos por un espolón aéreo y empinado. La vía no es difícil de encontrar
(hay hitos), la roca es bastante buena (en general) y, salvo embarcadas, la
dificultad nunca pasa del II o II+. A disfrutar…
De repente me entran dudas. Por la izquierda asoma el
Pico de Sierra Morena. Aquello es demasiado derecho, y en ningún momento tienes
protección. No sé si podré subirlo, de momento todo ha ido muy bien, pero
viendo lo que está por llegar…Pero ya pensaremos en eso más adelante, ahora
tenemos otras cosas entre manos.
Tercer largo del Sierra Morena, tan aéreo como disfrutón (II) |
Remontamos
el espolón por su derecha (por la izquierda hay una zona de grandes placas),
primero por una canal-repisa, después por la misma cresta. Los hitos nos guían
y tranquilizan. La subida es disfrutona, pero muy aérea y expuesta. Absolutamente
prohibido caerse. Liberado de mis problemas físicos, subo a ritmo y pasándolo
bien. Javier sigue en su línea, pero lo veo un tanto apagado. Posiblemente el
entorno y la tensión empiezan a hacerle efecto. Lo sigo de cerca, pero sin
estar encima. Aquí cada uno debe encontrar solución a sus miedos… Mas abajo,
los franceses han salido de los apuros y se esfuerzan en seguirnos.
La
cima del Troumouse se hace rogar. Hace rato que Javier dice que ya estamos,
pero el espolón (ahora cresta inclinada) sigue y sigue. En el altímetro los
números cambian poco a poco. Alcanzamos lo alto de una antecima desde la que,
por fin, divisamos el horrible trípode metálico de la cumbre del pico de
Troumouse. “Ahora si que esta en el bote”, dice el optimista Javier. “Nunca digas
zape hasta que haya pasado el último gato” le contesto….
Tercera y última reunión del Sierra Morena, muy cerca de la cima que se alcanza caminando |
Una
cresta estrecha, primero en bajada y después horizontal, comunica la antecima
con la pirámide cimera. Las otras dos veces fui por lo alto de la arista. Hoy
decido seguir los hitos y trazas de senda, que atraviesan la ladera-pared de la
derecha. Después de jugarnos el tipo cruzando dos tramos de placa cubiertos de
piedra suelta, y tener que superar un odiosa canal-tartera donde todo se viene
abajo, proclamo que esta ruta es una mierda y es mucho mejor ir por la cresta.
Pasado este pequeño purgatorio, aún nos queda algún paso de trepada fácil antes
de la cima, que finalmente alcanzamos con una sonrisa de oreja a oreja y que en mi caso visito por cuarta vez (11.34
h, 3089 m).
Indescriptible. La satisfacción es tanta que siento en
una piedra y mientras como el bocadillo, me limito a pensar, en lo que acabamos
de hacer. El tres mil más “currado” de todos los que he hecho, y probablemente
el que más me ha llenado cuando he llegado a su cima. Menudas dos horas y media
de adrenalina.Después de subir hasta aquí arriba así, me siento poderoso. Tres palabras lo dicen todo: “Que grandes somos.”
Monte Perdido y Cia desde la cima del pico de Sierra Morena, el segundo tresmil del día |
Abrazos,
felicitaciones... Sin que sea necesario, entono el mea culpa por el tiempo
perdido a causa de mi pierna. Sin este problema seguro que habríamos hecho la
pared en menos de 2 horas. Rebosamos alegría y satisfacción. Ha sido una
ascensión preciosa, ejecutada de forma correcta, sin dudas, con seguridad, y lo
mas importante (y sin contar el trance de mi pata), disfrutando de cada metro.
Respecto el paisaje, una pasada. De la Suca al Tallón pasando por el Monte
Perdido, Astazus, Vignemale, Midi de Bigorre, Aneto, Posets, Bachimala,
Cullfredas, Lostou, Puntsa Suelza y muchas mas cimas que no voy a nombrar.
Especial mención a los picos de las cresta de Troumouse (Gerbats, Heid, La
Munia, Peña Blanca…),sobre todo, el cercano Sierra Morena, cuya arista norte,
vertical y desafiante, hace que Javier dude de mis afirmaciones de que es mucho
mas sencilla de lo que parece.
Nuestros
amigos franceses llegan un cuarto de hora después que nosotros. Tras un pequeño
descanso nos preguntan por la mejor
manera de volver a la Barroude. Cuesta creer que hayan subido sin
plantearse la bajada, pero es lo que parece. Les digo que lo mejor es crestear
hasta la Munia, bajar al collado de Robiñera y de ahí a la Senda de las Pardas,
que finaliza en cerca del Puerto de la Barrosa. No ven claro bajar por donde
han subido, pero aún menos enfrentarse sin cuerda al Sierra Morena. Les decimos
que vengan con nosotros, que les aseguraremos con nuestra cuerda (menudo lío).
Pero rechazan nuestra oferta y continúan meditando lo que van a hacer. Sin duda
tienen un buen marrón…
La bajada del Sierra Morena y la subida posterior a la Pequeña Munia es una cómoda caminata por un ancho pedregal |
Tras
permanecer 25 minutos en la cima, ya comidos, hidratados y descansados, pero no
tranquilos, reemprendemos la marcha (11.58 h). Al mismo tiempo llegan dos
grupos (2 y 3) que están haciendo la cresta de Troumouse. Son jóvenes y bien
preparados. El único parecido con nosotros es que también llevan la cuerda en
la mochila. Un sendero con algún sencillo pasito rocoso, nos lleva por la
derecha de la cresta sur del Troumouse hasta el amplio collado que lo separa
del Sierra Morena (12.05 h, 3049 m). Enseguida llegamos al pie de su
cresta-espolón norte.
En
un cresterío lleno de lugares míticos (el Pas du Chat en la normal de la Munia,
la travesía de la pared sur del Gerbats, o el Pas de Cheval Rouge en la Peña
Blanca) el espolón norte del Sierra Morena tiene el honor de ser considerado el
tramo mas difícil. Se trata de una escalada en buena roca de 40 m de altura,
vertical, aérea y expuesta. La dificultad es de III (los dos primeros metros) y
después II/II+ muy sostenido. El problema es que desde abajo aparenta bastante
mas y asusta al personal. También a Javier, que muy serio me dice que en vez de
subir, flanqueará por las inestables laderas pedregosas que quedan colgadas de
la cara oriental de la montaña. Su propuesta es descabellada y peligrosa, pero
no me sorprende. Yo pensé lo mismo la primera vez que estuve aquí (hace un
montón de años, cuando hice en solitario toda la cresta de Troumouse). Con voz
tranquila pero tajante le contesto “De ninguna manera. Subirás asegurado. Por
algo hemos traído la cuerda y todo ese material que llevas colgando”.
Seguidamente me ato, cojo algo de material y le pido a Javier que se asegure y
mi asegure.
Sierra Morena y pico Troumouse vistos desde la subida a la Pequeña Munia |
Frente a la pared pienso que esto me viene grande, aun
cuando veo pasar a los cinco que suben antes que nosotros. No me atrevo a
jugarme el físico sobre todo en ese primer paso. La cabeza me dice que no seré
capaz de llegar a la repisa.
En
esto llega el grupo de 2 que vimos en la cima del Troumouse. Van ligeros y me
preguntan si se puede subir sin cuerda. “Desde luego”, les contesto (así lo
hice las otras tres veces que estuve aquí). Seguidamente les explico como
encarar el primer paso. Primero una chica guapísima y después su compañero, salvan el escollo en un plis plas y desaparecen
pared arriba. Ahora me toca a mi (12.20 h). El pasito es muy vertical y con las
presas justas. Para acabarlo de arreglar, en caso de caer te irías por una de las laderas
laterales (mal rollito). Pero cuando uno se pone ve que el león no es tan fiero
como lo pintan. Enseguida dejo atrás los 2 metros de marras y alcanzo una
pequeña repisa. Un nuevo y corto escalón me lleva a un rellano donde hay un
clavo en el que monto la primera reunión (unos 10 m, III-II). Mientras me preparo pasa el
otro grupo del Troumouse (tres chicos) que también van sin cuerda y a toda
leche. Los franceses aún siguen en la cima. Le toca el turno a Javier. Como era
de esperar no tiene ningún problema y enseguida se reúne conmigo.
La Munia vista desde la cima de la Pequeña Munia. Toca volver a crestear... |
Continuamos
subiendo. El siguiente largo (de algo mas de 20 m) es vertical, pero con presas
excelentes que hacen de la subida un disfrute (II). Reunión en la instalación
de rapel. Normalmente se continua por el filo del espolón (vertical pero con
unos apoyos tremendos). Pero no se por qué, flanqueo a la derecha hasta una
canal (algo delicado,II+) y remonto a su derecha por una laja fisurada (II).
Llego de nuevo al filo, donde me detengo en una brechita, ya cerca de la cresta
cimera (unos 25 m). Javier sube como una moto y con cara de disfrute. Continuamos en ensamble hasta la
cercana cumbre del Sierra Morena, segundo tresmil del día (12.55 h, 3093 m). La
subida nos ha costado 35 minutos, una eternidad si lo comparamos con los 5 o 10
minutos que se tarda yendo sin cuerda. Pero gracias a ello Javier ha subido
tranquilo y disfrutando, y yo también…Algo que me parece muy importante
La seguridad que me ha dado la cuerda ha sido crucial
para que pudiera subir al Sierra Morena. En todo momento tenía la tranquilidad
de que desde arriba estaba bien sujeto, y que no tenía que preocuparme por una
posible caída.
Camino de La Munia. Detrás los tres tresmiles por los que hemos pasado |
Desde
la cima vemos que el grupo de franceses por fin ha tomado una decisión y
empiezan a bajar por donde han subido. Les deseamos toda la suerte del mundo y
nos prometemos no pensar en ellos. Pero durante el resto de la excursión
estamos pendientes del cielo. Afortunadamente ni vemos ni oímos ningún
helicóptero, por lo que su aventura debió finalizar bien…
Recogemos
la cuerda y el material, que para mi alegría Javier por fin se aviene a llevar en la mochila. Ocho minutos después
de nuestra llegada partimos hacia el siguiente tresmil (13.03 h). La cara sur
del Sierra Morena es una suave rampa pedregosa, que se prolonga en la subida a
la Pequeña Munia, que es el tresmil mas soso y pesado del día (13.21 h, 3099
m).
Ultimos metros de subida |
La
cima de la Munia se ve cercana y solitaria (hace un rato estaba llena de
gente). Dicen que la cresta que nos separa de ella tiene pasos de hasta II+,
pero la verdad es que nunca los he encontrado. Hoy tampoco. La travesía es
sencilla (algún tramillo de I+) ,bastante aérea y con alguna sección de piedra
suelta. Pero a estas alturas estamos muy familiarizados con estos problemas y
la principal dificultad que tenemos es el cansancio acrecentado por las ganas
de llegar. Tras superar tres pequeños collados, un tramo de arista algo afilado
y una pirámide final donde se alternan pequeños muretes, canales y algo de
cresta, alcanzamos la cumbre (13.40 h, 3134 m). Una vez mas abrazos,
felicitaciones y peloteos varios. Fiesta grande. Sentarnos, descansar…
Lo hemos conseguido, hemos completado todas las
ascensiones. Estoy contento, aunque no tanto como en la cima del Troumouse,
pero cuando llego arriba, la sensación de plenitud es enorme.
En la cumbre de La Munia que yo visito por quinta vez... |
En
contra de lo esperado no estamos solos. Hay un chico que ha subido por la vía
normal al que le pedimos que nos haga unas fotografías. Después nos dedicamos a
masacrar el paisaje con nuestras cámaras, a sabiendas que con la neblina del
ambiente las fotos no serán buenas. La cara radiante de Javier se ensombrece
cuando le señalo, muy abajo, el lugar de donde venimos y donde ahora tenemos
que ir. Evidentemente aun no ha pasado el último gato…
La madre que me parió pues no está lejos el coche. Con
la vista que tenemos desde aquí del valle de la Barrosa, y no consigo ver la
carretera. Que larga va a ser la bajada.
La cresta de Troumouse vista des La Munia |
Las
prisas por iniciar una bajada, que se presenta como eterna y extenuante, y la
proximidad de mas gente que sube por la vía normal, acelera nuestra marcha.
Pero antes descansamos, acabamos lo que nos queda de agua (en la bajada del
collado de Robiñera hay un torrente) y disfrutamos del espectáculo de un avión
sin motor que da vueltas a pocos metros de nosotros. Vaya huevos… A las 13.54 h
abandonamos la cima. Exceptuando el breve Pas du Chat (II+, recientemente equipado con una cuerda fija) la cresta SO de
la Munia (por donde va la vía normal) no tiene grandes problemas. Caminar por
una senda estrecha, y a veces muy aérea, con algún corto sencillo fácil de
trepada o destrepada (I/II). El terreno es fácil pero en muchos sitios no
admite fallos y se ha de ir con cuidado.
Bajando de La Munia por su ruta normal |
La ruta va por un sendero con pasos de trepada fácil pero aérea |
Bajamos
poco a poco. El cansancio acumulado y el ambiente aéreo hace que Javier no vaya
del todo fino en los tramos de destrepe, retrasándose ligeramente. Siguen
pasando gatos…Poco antes de llegar al Pas du Chat dejamos la ruta normal y
tomamos una canal que baja en diagonal a la izquierda (14.24 h, 3030 m). Sin
mas historia que unas zonas de placas cubiertas de piedra suelta que quedan
algo colgadas (la especialidad del macizo), un par de destrepes cortos y
fáciles, y las siempre odiosas tarteras, alcanzamos un collado situado algo mas al NO del
verdadero collado de Robiñera (collado alto de Robiñera,14.46 h, 2860 m).
Parada…
En la bajada he padecido un poquito, sobre todo en los
destrepes de la Munia, en los que había bastante patio. Una vez en el collado,
gano tranquilidad. Hemos dejado atrás lo más delicado. Ahora solo queda la
incertidumbre de si podremos encontrar el camino de bajada.
Poco antes del Paso del Gato dejaremos la ruta normal para tomar una canal oblicua que nos permite bajar al Collado Superior de Robiñera |
La canal y el collado visto desde arriba |
Las
dificultades técnicas deberían de haber acabado. Nos sacamos el arnés y el
casco y nos damos un pequeño descanso. Los próximos problemas serán el
cansancio acumulado y encontrar la vía de bajada en una basta ladera de mil
metros de altura, cuya parte baja esta plagada de cortados y canales de muy mal
paso. Las otras dos veces que baje por aquí acabé embarcado y haciendo rapeles.
Hoy espero que nos vaya mejor, pero no me sorprendería que pasara algún gato
inesperado. A las 15.01 h iniciamos el descenso.
Para
empezar vemos un hito sobre una gran roca situada a pocos metros del collado.
Teniendo en cuenta que las otras dos veces no había nada, me parece un buen
presagio. Subo a la gran roca con la esperanza de ver algo que nos indique el
camino. Distingo otro hito a unos 50 metros de distancia y me pongo muy
contento. Javier se descojona, pero no se por que. Cuando le pregunto me dice
que mire donde me he subido. Sobre la piedra, en letras de 40 cm hay
escrito en pintura blanca “camino de la Barrosa” y una flecha de color blanco.
Sin comentarios…
El pico de Robiñera (otro tresmil) vistos desde las inmediaciones del collado |
La ruta de bajada al collado desde la vía normal de La Munia |
Por
suerte o por desgracia,segun se mire, desde mi útima visita (hace 14 años) el camino de la Barrosa ha
mejorado mucho. Ahora la ruta está balizada con hitos, marcas de pintura blanca y
otras mas viejas de color rojo. Por si esto fuera poco, hasta hay algunos
tramos de senda. Todo un lujo. Se ha perdido buena parte de la aventura pero se
ha ganado en tranquilidad y seguridad. Que cada cual juzgue que es mejor. Por
mi parte me gusta mas ahora. Sorprendidos por unas facilidades que no
esperábamos encontrar, descendemos desde el collado bastante relajados. Primero
cruzamos una zona llana ocupada por una gran pedrera. Después el terreno se
empina y la roca se mezcla con la hierba. La ruta va ligeramente a la izquierda
(N) del centro de la ladera y, poniendo atención a los hitos (que es lo que
mejor se ve) se sigue bastante bien.
Encontrar las marcas de pintura me termina de
tranquilizar del todo. El camino será mejor o peor, pero bajaremos por un
camino.. Si nos perdemos con lo bien indicado que está, es para que nos la
corten.
Iniciamos el largo descenso al valle de la Barrosa |
Tras
un cuarto de hora largo de bajada vemos a nuestra izquierda un torrente. Poco
después lo cruzamos y nos detenemos para coger agua (15.22 h, 2612 m). Seguimos
bajando, una nueva ladera herbosa nos lleva hasta el borde de un balcón
colgado. Entonces los hitos van a la derecha, en busca del torrente que baja
encajonado por una canal. Descendemos por la orilla izquierda del mismo.
Después la ruta se hace confusa. Vamos a la izquierda, hasta lo alto de una
canal ladera de hierba y piedras muy pendiente, por la que, con cuidado, se
puede bajar sin grandes problemas. Descendemos trazando diagonales y
encontramos mas hitos. Vamos bien. El costarrón nos lleva a una amplia repisa
herbosa-pedregosa que cruza el escalón del collado de Robiñera a unos 2400-2500
metros de altura. En el borde inferior del mismo vemos una traza muy clara de
camino. Es la Senda de las Pardas. Los hitos y las marcas blancas nos llevan
hasta la misma a través de una incómoda pedrera de bloques que cruzamos en
diagonal a la izquierda.
Llevamos un buen rato bajando, pero el valle de la Barrosa sigue quedando muy abajo |
Ya
en la Senda de las Pardas (15.56 h, 2413 m) la continuación de la ruta no es
nada clara. Siguen pasando gatos… Bajar recto o ir a la derecha queda
descartado por mis experiencias anteriores. Otra posibilidad es ir en diagonal
a la izquierda por repisas de fuerte inclinación colgadas sobre cortados. No
hitos ni hay nada que apoye esta vía. Mal rollo. Anulada. La única opción
“evidente” es seguir al norte la Senda de las Pardas hasta su final en las
cercanías del Puerto de la Barrosa. El problema es que se ha de subir hasta un
cercano collado que vemos a nuestra izquierda (a estas alturas sienta como una
patada en los coj…) y que nos aleja mucho del fondo del valle. Pero es la
posibilidad mejor y mas segura. Así que optamos por ella.
En la Senda de las Pardas se me viene el mundo encima,
y más aun cuando alcanzamos el pequeño montículo que tenemos delante, y veo lo
lejos que queda el Puerto de la Barrosa y lo que nos queda una vez allí hasta
llegar al fondo del valle. Por mucho que intento mentalizarme, el mazazo
psicológico ha sido importante
En la Senda de la Pardas, que recorremos durante un rato, casi siempre de subida... |
El
camino esta muy bien trazado. La subida al collado se hace corta y llevadera.
Una vez arriba (16.11 h, 2475 m) podemos ver en su totalidad el osado trazado
de la senda, cruzando paredes hasta llegar al Puerto de la Barrosa. Intentamos
animarnos con la idea de que vamos a hacer un itinerario curioso y deportivo,
pero la idea no cuela. Por esto cuando, tras un tramo inicial de descenso,
llegamos al principio de la travesía y Javier ve a la derecha un hito y una
flecha blanca dirigida hacia el valle, sentimos que se abre el cielo (16.17 h,
2430 m). Pero no nos atrevemos a decir “zape”…
Alivio, un alivio enorme. De repente las piernas
vuelven a tener ganas de caminar y la mochila ha perdido varios quilos de peso.
El osado trazado de la última parte de la Senda de las Pardas camino del Puerto de la Barrosa. Al llegar a la primera pedrera dejaremos la senda para bajar por una canal en busca del fondo del valle |
Bajando hacia el valle por un terreno empinado y algo incómodo |
Dejamos
sin pena la Senda de las Pardas e iniciamos la bajada, primero directa, después
en diagonal a la izquierda, por laderas herbosas bastante pendientes. De nuevo
Javier (que está muy ojo avizor) encuentra hitos y alguna marca blanca, que
actúan de sedantes. El valle se acerca. Sólo nos separa del mismo un último
escalón del que salvamos por una canal invisible desde arriba. Un último rodeo
por la derecha de unas pequeñas bandas rocosas, nos deja en la pedrera que
ocupa la cabecera del valle, cuyo eje alcanzamos poco después (16.53 h, 2196
m). Seguidamente, un largo flanqueo al SE, primero en subida, después
horizontal y por último en bajada, nos lleva hasta el camino del Puerto de la
Barrosa (17.10 h, 2105 m).
Aunque todavía queda un buen trecho, mentalmente la
excursión se ha terminado. Después de tantas horas bregando con caminos
imposibles, el simple hecho de llegar a un sendero conocido y fácil, hace que
desconecte, que le dé al interruptor el piloto automático, y aunque presto
atención al camino y hablo con Enric, mis pensamientos están en la pared que
tengo a la espalda, recordando por donde hemos subido.
Llegados al valle subimos en diagonal para ir en busca del camino (PR) del Puerto de la Barrosa |
La
llegada a la “autopista” del Puerto de la Barrosa (PR 187) marca el final de
las complicaciones. Ya no hay mas gatos por pasar. Por fin podemos decir
“zape”…Pero no nos relajamos. A ritmo rápido, y atajando lazadas del camino,
bajamos cerca de 400 m de desnivel en 25 minutos y llegamos al refugio de la
Barrosa (17.36 h), donde hacemos un breve alto. Lo que resta hasta el coche
tiene poca historia. Caminamos ligeros valle abajo contemplando paisajes que
durante la subida nocturna no pudimos ver. A las 18.10 h llegamos a la pista.
Tenemos la sensación de que ya estamos, pero no es así. El último tramo se hace
eterno, y mas cuando pensamos que nos lo podríamos haber ahorrado. No
aprenderemos nunca…Finalmente, a las 18.35 h llegamos al coche.
Si ahora mismo viniera un oso, esta noche nos lo
comíamos asado. Estoy pletórico. Todo ha ido de narices. El recorrido
espectacular, y la sensación con que llegas al coche es de que acabas de hacer
una de las excursiones de tu vida
En el valle de la Barrosa. Detrás el Puerto de la Barrosa y el Pico de Troumouse |
Después
de cerca de 14 horas, cerca de 25 Km y 2000 metros de desnivel acumulado en subida (y otros
tantos de bajada) estamos bastante molidos pero extremadamente satisfechos. Sin
prisas nos cambiamos de ropa y de calzado, ponemos los trastos en el maletero e
iniciamos un viaje de vuelta a casa, en el que solo nos detendremos para cenar
como Dios manda. Son cerca de las 23.00 h cuando llegamos a Begues. Ayudo a
Javier a llevar sus cosas a su coche. Después nos despedimos con el firme
propósito de que no hayan de pasar varios años mas para que volvamos a salir
juntos.
Entro
el coche en el garaje y Encarna baja a ayudarme a llevar las mochilas a casa.
Me pregunta por como ha ido. Le contesto que muy bien, pero que mañana me
espero unas agujetas de caballo. Sonríe y dice “míralo por el lado bueno; así
tendrás un buen motivo para revivir la excursión de hoy”. Me deja pensativo.
Tal vez me precipité al decir “zape”…
La ascensión en imágenes
Fotografías de Javier y EniEn
Hacel click aquí para acceder al álbun de fotografías de la ruta
EniEn - Juliol 2016
Magnífica ruta. Me interesa el tramo de bajada desde el collado de Robiñera hasta el refugio de Barrosa. Pretendemos subir desde La Larry al collado y bajar por ahí como alternativa al GR-11. Como vamos a ir muy cargados quisiera si en esa bajada hay tramos aéreos o peligrosos, pues no queremos exponernos.
ResponderEliminarSaludos y gracias.