El
pico de Aspe es una célebre montaña del pirineo oscense. Su impresionante cara
norte cautiva a todo aquel que la contempla desde el Puerto de Somport o
Candanchú. Su vertiente sur, menos espectacular, presenta una ruta de ascenso
variada y muy bonita que parte del valle de Aisa. Cuando no hay nieve, este
recorrido es una entretenida caminata de mas de mil cien metros de desnivel por
un terreno empinado y cambiante. El verdor del valle del tramo inicial deja
paso a los tonos grises de una enorme zona kárstica intermedia, para finalizar
por el terreno marrón oscuro del cordal cimero. El itinerario esta aderezado
por las torres y paredes rocosas de las montañas vecinas, que en contraste con
las formas suaves, regulares y herbosas de otras cimas del lugar, dan al
paisaje una gran fuerza visual. La cumbre, aérea y panorámica, es un mirador de
primer orden de los valles y montañas de este sector del Pirineo.
Realizamos
esta ruta un día caluroso de Agosto del 2008. Hemos recuperado el escrito, las
fotografías y los datos técnicos de la misma para esta entrada del blog. A
pesar de los años, el recuerdo de la misma y sus paisajes siguen vivos en
nuestra memoria. Fue una excursión magnifica que, sin temor a equivocarnos, nos
atrevemos a recomendar.
Los picos de Llena del Bozo (izquierda), Llena de la Garganta (centro) y Aspe (derecha) vistos desde el Valle de Aisa |
La ruta empieza al final del tramo asfaltado de la pista del Valle de Aisa, que queda barrada por una puerta metálica |
Parte de la ruta de ascenso vista desde los prados de Rigüelo |
Ficha técnica
Tipo Actividad
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Ascensión de alta montaña estival
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Fecha
|
Lunes 4 de Agosto 2008
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Asistentes
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Encarna y Enric
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Zona
|
Pirineo oscense. Entre Somport
(estación de esquí de Candanchú) y el Valle de Aisa
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Inicio ruta
|
Final de la zona transitable de la pista
del valle de Aisa (1470 m, puerta tras 9 Km de pista). La pista empieza en el
pueblo de Aisa, al que se llega por un desvío en el PK 654,6 de la carretera
N-330, entre Jaca y Canfranc.
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Final ruta
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Recorrido
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Ver tabla adjunta
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Cent Cims (*)
|
No
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Noche
|
No
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Horario
|
Total
|
6 h 15 min
|
Efectivo
|
5 h 2 min aprox
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Cota (m)
|
Mínima
|
1470 (Puerta pista Valle de Aisa)
|
Máxima
|
2640 (Pico de Aspe)
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Climatología
|
Buen tiempo
|
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Visibilidad
|
Muy buena
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Nieve-hielo
|
No
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Desnivel Acum (m)
|
Ascenso
|
1170
|
Descenso
|
1170
|
||
Distancia (Km)
|
10,2
|
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Dificultad global
|
Media-Alta (en ausencia de nieve)
|
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Dific.Física
|
Alta, por el desnivel considerable y la
fuerte inclinación del terreno.
|
IBP index
|
134
|
|||
Dific.Orientación
|
Baja-Media si hay visibilidad En la zona
kárstica el camino la ruta admite variantes y es algo perdedor (hitos y
huellas de paso). En el resto del recorrido se sigue sin problemas
(itinerario evidente por caminos y sendas bastante marcados).
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Dific.Psicológica
|
Baja-Media. Pendientes inclinadas pero sin
pasos aéreos o expuestos
|
|||||
Dific.Técnica
|
Baja. Caminar, algun paso aislado en el que
se han de apoyar las manos
|
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Material
|
El propio de una ascensión senderista de
alta montaña estival.
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Cartografía
|
“Valle de Canfranc.E-25”,
1:25000, Ed.Alpina, 2009
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Bibliografía
|
“100 Cumbres del Pirineo Aragonés”, Itin 12, David Atela, Ed.SUA, 1997
“Pirineos.100 cumbres”, Itin.92, Jordi Llongás, Ed.Desnivel, 2003
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|||||
Valoración
|
Entretenida caminata de mas de mil cien
metros de desnivel por un terreno empinado y cambiante, que asciende la cima
de una gran montaña del Pirineo Oscense. Entorno de gran belleza y grandes
vistas
|
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Comentarios
|
-Además de alcanzar una gran cumbre, lo
mejor de la ruta son sus vistas y la variedad del recorrido, que hacen que
sea muy amena y distraída.
-En ausencia de nieve la ruta apenas
presenta dificultades técnicas.
-Con nieve se han de afrontar largas y
empinadas pendientes de nieve que, sin ser difíciles, piden práctica con los
crampones y el piolet. En general el recorrido es apto para esquí de montaña (nivel
alto) aunque en algunos tramos, y dependiendo del estado de la nieve y de la habilidad
de esquiador-montañero, se deberá ir a pie.
-Con niebla o poco visibilidad la orientación
puede complicarse bastante, sobre todo en la zona kárstica
-Con buenas piernas y hábito montañero, el
recorrido puede ampliarse con el ascenso a los picos de Llena de la Garganta (pasos
rocosos poco difíciles) y Llena del Bozo. La ruta resultante es una fantástica
y agotadora trilogía casi circular, posiblemente la mejor ruta montañera del
Valle de Aisa..
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Con perros…
|
Sin problemas en ausencia de nieve.
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(*) Se indica si la ruta incluye el ascenso a algún pico del listado de
Cent-Cims de la FEEC
Desnivel, distancia e IBP Index calculados a partir del track mediante
“ibp index” (http://www.ibpindex.com/index.php/es/)
La estimación de la dificultad técnica se realiza considerando la
actividad como excursión/ascensión.
Si la actividad comporta escalda u otra disciplina técnica, se indica
específicamente
La estimación de la dificultad de orientación se realiza en las
condiciones de visibilidad encontradas al realizar la actividad
Primeros metros de ascenso por el camino. Abajo se ven la pista y el refugio de Sañeras |
Llegando a la vaguada herbosa en la que se encuentra el viejo abrevadero |
En el tramo de camino bajo la muralla rocosa, poco antes del paso que permite salvarla que se ve mas adelante |
Recorrido
Los tiempos son netos, sin contar paradas
Lugar de la ruta
|
Altura
(m)
|
Distancia
Km
|
t.parcial
(h:min)
|
t.acum
(h:min)
|
Comentario
|
|
1
|
Pista del valle de Aisa
|
1470
|
0,0
|
0
|
0
|
Final zona
transitable (puerta). Cota mínima
|
2
|
Prados de Rigüelo
|
1540
|
0,8
|
0:14
|
0:14
|
Cerca del refugio
de Sañeras. Inicio camino.
|
3
|
Cruce del el GR
11.1
|
1715
|
2,0
|
0:21
|
0.35
|
|
4
|
Viejo abrevadero
|
1840
|
2,5
|
0:15
|
0:50
|
|
5
|
Paso en la
barrera rocosa
|
1905
|
2,8
|
0:10
|
1:00
|
|
6
|
Rocas sobre la
barrera rocosa
|
1980
|
3,0
|
0:09
|
1:09
|
Inicio subida por
ladera herbosa e inclinada (30º)
|
7
|
Inicio zona
kásrtica
|
2163
|
3,3
|
0:22
|
1:31
|
|
8
|
Brecha de Aspe
|
2425
|
4,1
|
0:50
|
2:21
|
|
9
|
Antecima del Aspe
|
2599
|
4,4
|
0:22
|
2:43
|
|
10
|
Brecha superior
de Aspe
|
2570
|
4,5
|
0:06
|
2:49
|
|
11
|
Pico de Aspe
|
2640
|
4,7
|
0:10
|
2:59
|
Cota max. Retorno
con variantes por el mismo itinerario
|
1
|
Pista del valle de Aisa
|
1470
|
10,2
|
2:03
|
5:02
|
Final zona
transitable (puerta). Cota minima
|
Saliendo del paso por el que se salva fácilmente la muralla rocosa |
Ascendiendo por la ladera herbosa |
Entrando en la zona kárstica |
Cartografía
Los números que aparecen se refieren al lugar de la ruta indicado en la tabla del recorrido
En la zona kárstica |
El ascenso transcurre en un entorno de gran belleza |
Flores de Edelweiss, belleza entre las rocas... |
Cronica/descripción de la excursión
Lunes
4 de Agosto 2008. Por
la noche ha caído una fuerte tormenta. Las calles de Salinas de Jaca, donde
hemos pasado la noche, aún están mojadas y el ambiente es deliciosamente
fresco. Tras desayunar partimos rumbo al valle de Aisa. El viaje transcurre en
parte por carreteras comarcales estrechas y viradas que atraviesan parajes bonitos
e interesantes. En el pueblo de Aisa tomamos una pista asfaltada que recorre el
valle hacia el norte. Al fondo del mismo, las figuras de los picos del Aspe y
del Llena de la Garganta presentan un aspecto atrayente. Tras unos 9 Km la
calzada finaliza en una puerta metálica. Aparcamos a un lado de la pista. Todo
indica que el día será tan caluroso, pero de momento se esta muy bien. Nos
calzamos las botas, cogemos las mochilas y empezamos a caminar (9.20 h ,1470 m).
En la zona kárstica. Delante el pico de Aspe |
Nuestro
objetivo es el pico de Aspe, una montaña célebre e impresionante, que cautiva a
todo aquel que la contempla desde el Puerto de Somport o Candanchú. En verano,
el terreno empinado, roto y peligroso por el que transcurre la última parte de
la vía normal de la vertiente norte, y el que la sección inferior de la misma vaya
por las pistas de esquí, nos ha hecho desestimar este recorrido para hacer la
ascensión por el sur, desde el valle de Aisa. Esta vertiente es menos
espectacular, pero la ruta de ascenso es preciosa, distraída y, si no hay
nieve, bastante sencilla.
En la zona kárstica |
Pasamos
la puerta metálica y seguimos por la pista, ahora de tierra, que se eleva por
la orilla derecha del valle. Tras superar una fuerte rampa (piso cementado)
llegamos a una zona de llanos (prados de Rigüelo). A nuestra izquierda y unos
decenas de metros mas arriba se encuentra el refugio de Sañeras (desde fuera
con buen aspecto). Al frente se abre la cabecera del valle de Aisa dominada por
una serie de montañas a cual mas bonita y espectacular. Entre otros, de
izquierda a derecha vemos la Punta Alta
de Napazal, el Ruabe de Bernera, el Pico de Olibón, el Llana del Bozo, el Llena
de la Garganta, el Aspe, los picos de la Garganta de Aisa, el del Sombrero, el
de la Garganta de Borau (o pico Lecherin), los Mallos de Lecherin (una torre
rectangular muy espectacular) y el pico de Rigüelo…
En la zona kárstica. Delante la amplia escotadura de la Brecha de Aspe |
Todas
estas montañas presentan una fractura similar. Terreno áspero, seco, roca
blanca grisácea, líneas abruptas y retorcidas, grandes pedreras, zonas
kársticas y laderas herbosas de un verde intenso. No hay árboles, solo arbustos
y vegetación de monte bajo. Exceptuando el río que corre por el fondo del valle
formando pequeñas pozas y cascadas, no hay agua. El lugar es solitario y
tranquilo. En todo este conjunto, el pico de Aspe desentona por el color de la
roca (marrón oscuro) que forma su trapecio cimero. Si desde Candanchú la forma
de esta montaña asusta, desde aquí se ve mucho mas amable y asequible, aunque
muy, muy arriba…
Salimos de la zona kárstica. El color del terreno cambia... |
Un
hito situado a la derecha de la pista (mas o menos a la altura del refugio)
indica el lugar donde se ha de cruzar el río para tomar la ruta del Aspe (9.34
h,1540 m). La senda sube por lo alto de una loma herbosa. Esta divide los dos
ramales del valle y se dirige en diagonal (N) hacia la base de la muralla
rocosa que defiende el acceso a los picos de Aspe y de Llena de la Garganta. La
subida es suave y el camino está bien marcado. Cruzamos el GR.11 (indicador)
que a la derecha se dirige al collado de la Magdalena y a la izquierda al
collado del Bozo (9.57 h, 1715 m). Seguimos ascendiendo entre hierba y
matorrales por un terreno cada vez mas inclinado. Tras unos cuarenta minutos de
subida llegamos a una vaguada herbosa situada al pie de las barreras rocosas, en
la que hay un viejo abrevadero (10.12 h, 1840 m).
Parada en la Brecha de Aspe. Delante la antecima del Aspe. Mas atrás la cima. |
La
senda gira a la derecha y alcanza la base de la muralla. Entonces se va a la
derecha (E), bajo la pared, para alcanzar un paso rocoso que permite superarla
sin problemas. Seguimos subiendo fuerte hacia la derecha (E), cerca del borde del
cortado en el que finaliza una gran ladera de hierba y pedreras. Llegados a
unas rocas (10.33 h, 1980 m) el camino gira a la izquierda (NE) y, en cortas
lazadas, inicia un ascenso sostenido por una ladera de fuerte inclinación
(alrededor de 30º).
La
subida sería hasta cómoda si no fuera por la presencia de nubes de pequeñas
hormigas voladoras que se enganchan en la piel propinando mordiscos y
picaduras. Pronto nuestra situación roza la desesperación. A pesar de ir
tapados, los insectos se cuelan por debajo de la ropa, entrando en los ojos,
nariz, boca.. Nuestros esfuerzos por ahuyentar los bichos con manotazos o
golpes de pañuelo son infructuosos. No hay nada que hacer. Lo mejor es aguantar
y subir lo mas rápido posible para dejar atrás la zona conflictiva. Me
distancio bastante de Encarna, que erróneamente se detiene cada dos por tres
para mantener una lucha contra las hormigas tan titánica como inútil. Tras un
rato de sufrimiento, Eolo se apiada de nosotros y nos envía una suave brisa que
aleja los pequeños monstruos.
Ascendiendo a la antecima |
Liberados
de los insectos la caminata recobra la normalidad. Alcanzo lo alto de la rampa herboso
y entro en una corta canal pedregosa que finaliza en un pequeño collado. Me
detengo para esperar a Encarna, que llega poco después echando pestes de las
hormigas (10.55 h, 2163 m). Hasta ahora la excursión se ha desarrollado en
absoluta soledad, pero ahora aparecen dos jóvenes vascos que, a una velocidad
de vértigo, pasan a nuestro lado dirigiéndonos un rápido saludo.
Tras
diez minutos de parada (11.05 h) volvemos a la carga. La excursión cambia de
carácter. Dejamos las zonas de hierba y entramos en un mundo calcáreo y
mineral. Durante un buen rato subimos y bajamos las elevaciones de un enorme
lapiaz kárstico. Grietas, agujeros, muros pequeños y no tan pequeños… Es como
atravesar un glacial pétreo. La senda se divide. Los vascos van por la derecha
(E) por el fondo del valle. Nosotros lo hacemos por la izquierda, siguiendo una
línea de hitos que va por lo alto de un largo cordal rocoso en el que hemos de
apoyar las manos de cuando en cuando. Enfrente tenemos la poderosa pared sur
del pico Llena de la Garganta. A la izquierda de la misma hay un corredor
pedregoso que sube a la cresta. Según la guía por ahí puede ascenderse a esta
montaña. Nos dirigimos al N-NE, en dirección a la amplia escotadura de la
brecha de Aspe. A la derecha de la misma se eleva el trapecio de la cumbre del
Aspe, de roca marrón oscuro.
La impresionante vertiente norte del pico de Llena de la Garganta |
Tras
cerca de cuarenta minutos de marcha sobre formaciones calcáreas de lo mas
pintoresco (este tramo de la excursión se nos pasa volando) dejamos atrás el
enorme lapiaz. El terreno se oscurece y aparece alguna calva herbosa. Una corto
ascenso en diagonal por una pedrera nos lleva hasta la brecha de Aspe (11.50 m,
2425 m). A la izquierda (O) la pared desplomada, rota y repelente del Llena de
la Garganta acojona sólo de verla. El Aspe se ve muchísimo mas asequible, que
no cercano. Las minúsculas figuras de los vascos recortadas contra el cielo,
que en ese instante acometen la última sección de la ascensión, indican que los
220 metros de desnivel que quedan hasta la cumbre no serán moco de pavo. Ante
esta situación hacemos un breve alto para picar algo y recuperar fuerzas. Diez
minutos mas tarde (12.00 h) volvemos a la carga.
En la antecima. Detrás la cumbre del Pico de Aspe |
La
parte final no desmerece el tono general de la excursión. Pasando de la senda
que va muy a la derecha (E), subimos por el mismo filo del cordal-cresta
occidental de la montaña, unas veces por pequeños surcos y canales, otras sobre
placas inclinadas de roca oscura. A nuestra izquierda la sensación de cortado
es notable. Chino chano vamos ganando metros en un entorno tan bello como
espectacular. Hacemos alguna parada para descansar, contemplar el paisaje o
hacer fotografías. A nuestra espalda el Llena de la Garganta cada vez parece mas
inexpugnable.
Iniciando la última subida |
Tras
veinte minutos de subida alcanzamos la antecima del Aspe (12.22 h, 2599
m). Una breve bajada, que en la parte
final nos obliga a ir un poco a la derecha para salvar un pequeño cortado, nos
deja en la brecha superior de Aspe (12.28 h, 2570 m). Un corredor (aun nevado)
sube por el norte. Una canal estrecha y empinada lo hace desde el sur. En
invierno y primavera ambos son vías de escalada en nieve. La vía “normal” que
parte de Candanchú (una huella de paso señalada por algunos hitos, que sube en
diagonal por el terreno empinado, roto y peligroso de la pared norte) desemboca
en el collado donde nos encontramos. No nos gusta su aspecto y nos alegramos de
haber subido desde el sur.
En la cima del pico de Aspe |
La
última parte de la ascensión se inicia con una trepada corta y fácil (siguiendo
la senda puede esquivarse). A continuación remontamos por un terreno empinado y
de piedras sueltas, pero muy fácil. No tardamos en salir a la plataforma cimera
poco inclinada y parcialmente herbosa. La cumbre del Aspe está al norte de la misma y la alcanzamos en un
par de minutos (12.38 h, 2640 m). Un poste geodésico (como todos semiderruido),
una caseta-pesebre, un pequeño mojón de rocas y una placa en memoria de un
montañero caído, constituyen el “mobiliario” de la cima. Nos sentimos felices,
satisfechos. Hacia tiempo que queríamos subir este pico...
Los Mallos de Lecherines y el pico de Rigüelo vistos desde la cima |
Saludamos
a los vascos, que están tumbados a la bartola a un lado de la cima, y nos
apalancamos en un pequeña repisa situada bajo el poste geodésico. El carácter
aéreo de esta cumbre nos impresiona. Una
atalaya con grandes vistas. Entre otras identificamos la Punta Napazal,
el Bisaurín, Castillo de Acher, Annie, Mesa de los Tres Reyes, Ruabe Vernera,
el consabido Llena de la Garganta, Anayet, Midi d´Ossau, Pala de Ip, Punta
Escarra, Peña Collarada, pueblo y valle de Candanchú, canales Roya y de Izas.
Una pasada… Al este nos llaman la atención una sucesión horizontal de torres,
estrechas y muy aéreas, que constituye la parte final de la cresta de los
Murciélagos.
Vistas desde la cima |
Enfrascados
en el ascenso no nos hemos dado cuenta de que el cielo se ha ido poblando de
nubes que, unidas al fuerte calor, nos hace pensar en que habrá tormenta por la
tarde. Varios buitres y un par de aguilotes dan vueltas alrededor de la cima.
También hay un nutrido y ruidoso grupo de cuervos que parecen esperar que les
dejemos algo de comida.
Tras
permanecer tres cuartos de hora en la cumbre nos despedimos de los vascos e
iniciamos el descenso (13.22 h), que ahora hacemos por el camino. Vamos sin
prisas, haciendo pequeños altos para comentar tal o cual cosa, o hacer
fotografías. Poco antes de alcanzar la brecha de Aspe, la senda empieza a
descender recto al sur. El camino, bien marcado, recorre una zona de roquedos y
terrazas herbosas. El terreno es pendiente, a veces algo aéreo. En algún punto
hasta hemos de apoyar las manos, pero se baja rápido y sin problemas. Llegamos
a un espolón herboso poco marcado situado a la izquierda (E) de la canal que
aquí forma el lapiaz kárstico. A nuestra derecha y unas decenas de metros mas
arriba, vemos el cordal rocoso que recorrimos a la subida. Ahora vamos por el
ramal oriental de la senda (por el que
subieron los vascos).
Vistas desde la cima |
La
hierba queda atrás y entramos en la zona muerta. Caminamos entre rocas blancas
que reflejan el sol. El itinerario es variado y divertido. Saltar o esquivar
grietas, bajar o subir pequeños escarpes, rodear espolones, recorrer terrazas…
Gracias a los hitos recorremos sin perdernos este laberinto pétreo y alcanzamos
una brecha desde la que divisamos el pequeño collado que constituye la puerta
de entrada a esta fantástica zona kárstica. Poco después llegamos al mismo
(14.24 h). Breve parada y proseguimos la bajada en la que seguiremos la ruta de
subida. El calor sofocante tiene su aspecto positivo. No hay hormigas
voladoras…
De bajada, en busca de la zona kàrstica |
El
descenso ocurre sin nada que contar. A las 15.35 h llegamos al coche. Con
urgencia buscamos saciar nuestra sed con la botella de agua que llevamos en el
maletero. El líquido esta caliente y el primer trago cuesta un poco de tragar,
pero después encontramos alivio. No sentimos como bereberes y la mar de felices…
Pico de Riüelo (delante), Mallos de Lecherines (en medio) y Pico de la Garganta de Borau (detrás) |
La excursión en imágenes
Hacer click aquí para acceder al álbun de fotografías
EniEn - Maig 2016
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