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Mapa y recorrido (track) de la ruta. La flecha indica la situación de la tienda |
A las 15.50 h aparcamos en la explanada que hay junto al Pont de la Ribera (en la carrtera que va a la estación de Boí-Taüll, aprox 1.5 Km después del Pla de l´Ermita). El tiempo no es ni bueno ni malo. Es tarde no tardamos en preparar las mochilas. Cuando después de 25 minutos de esfuerzos y juramentos conseguimos colocar los trastos en los petates no nos lo podemos creer. ¡Menudos monstruos! El de Encarna pesa cerca de 15 kilos y el mío casi 20 que, sin contar las raquetas, los bastones, el ARVA, la cámara fotográfica, las botas y la ropa (cosas que llevamos encima), mas o menos corresponden a: |
Fotos 2 y 3 : Miércoles 31 de Diciembre 2008, 16.10 h. Empezamos a caminar demasiado tarde y demasiado cargados.... |
A las 16.20 h empezamos a caminar con las raquetas en los pies (1690 m). Tomamos el camino (GR 11.20) que remonta el valle de Sant Martí por su orilla norte durante un centenar de metros hasta encontrar a la derecha una especie de pista que baja hasta el río. La seguimos (dejando el GR). Cruzamos el cauce por donde podemos y alcanzamos otra pista que va por la otra orilla (S). El grosor de la nieve aumenta, pero al haber traza avanzamos bastante bien.
En cuarenta minutos llegamos al barranco de Moro donde finaliza la pista (17.00 h, 1840 m). Cruzamos el torrente (ahora oculto bajo la nieve) y continuamos ascendiendo, primero en lazadas y después en diagonal, siguiendo el valle de Sant Martí por una ladera boscosa. Una buena traza de esquí y raquetas nos permite ir relativamente cómodos y rápidos. Tenemos la esperanza de que la “autopista” siga valle arriba. Pero no será así...
Un descenso en diagonal nos conduce al río que cruzamos por una palanca cubierta de una capa de nieve helada. Después remontamos fuerte durante unos metros hasta un poste señalizado del GR 11.20. Son las 17.35 h, estamos a 1980 metros de altura y el día se apaga...
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Fotos 4 y 5 : Una buena traza nos permite ascender por el bosque cómoda y rápidamente |
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Foto 6 : Cruzamos el río por una palanca cubierta de nieve helada. Un breve ascenso por la otra orilla nos llevará hasta un poste señalizador del GR 11.20. |
Continuamos subiendo ahora por la orilla norte del valle. Iniciamos un ascenso en diagonal por unas palas nevadas. Poco después se acaba la traza... La luz escasa y lechosa no permite distinguir los relieves. Seguimos subiendo siempre en diagonal, abriendo huella en una ladera de nieve profunda donde, a pesar de llevar raquetas, nos hundimos hasta la rodilla...
Encarna parece algo inquieta pero no dice nada. El conocer el terreno y saber por donde y a donde vamos me hace estar tranquilo, pero esta travesía bajo empinadas laderas y barranqueras cargadas de nieve fresca y sin compactar, no me hace ninguna gracia. Alternandonos en cabeza continuamos abriendo huella con un ritmo lento pero constante.
La noche nos engulle mientras cruzamos pequeñas canales. En el cielo aparece una luna raquítica y deslucida, también alguna tímida estrella que pronto quedan ocultas por las nubes. No se ve nada y hemos de sacar las lámparas frontales. De momento, y para ahorrar luz, sólo la lleva encendida el que va por delante. |
Foto 7 : Iniciando el flanqueo por laderas nevadas, poco antes de que se acabe la traza. |
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Foto 8 : El día se apaga... |
A las 18.15 h llegamos a una zona bastante llana. El GPS marca 2180 m. Encarna pregunta si es un buen lugar para acampar y le digo que no. La oscuridad nos impide distinguir la cercanía de la parte baja de una empinada canal que baja directamente de un lago situado 300 metros mas arriba, en la coma que forman al sur los picos de l´Estanyet y del Pessó Petit. Un conducto natural de drenaje que en cualquier momento podría purgarse de nieve.
Atravesamos la canal y giramos a la derecha (S). Si no voy errado nos encontramos en el inicio de la zona de suaves y anchas lomas del valle del Port de Rus. “Animo, que no queda mucho…” Seguimos al sur casi sin subir cruzando una fuerte ladera donde volvemos a hundirnos hasta el gollete. El avance es muy lento y este tramo, no muy largo, se nos hace eterno. La pendiente se suaviza y caminamos mejor. Poco después el haz de la linterna ilumina algunos pinos que sobresalen de la nieve. Mas allá de los mismos se abre un barranco. Son las 18.30h y el GPS da 2195 m.
Nos encontramos en la loma central del valle, en la zona donde están los últimos árboles y el terreno es poco inclinado. Aquí no hay riesgo de aludes, pero se está expuesto al viento, que de momento es flojo, discontinuo y muy frío. Reconozco este lugar. Es el primero de los posibles emplazamientos que, sobre el mapa, nos parecieron aptos para acampar. El lugar parece bastante correcto, no se ve un pijo y nos da pereza seguir. Por lo que aquí nos quedamos...
Cargados como burros y en parte abriendo traza en nieve profunda, hemos tardado 2h 10 min en superar mas de 500 metros de desnivel a lo largo de algo mas de 4 Km. Hemos cubierto el primer objetivo, la aproximación. Ahora empieza la segunda parte de la historia, montar la tienda...
Sin sacarnos las raquetas (sin ellas nos hundiríamos hasta medio muslo), cambiamos las chaquetas por los plumíferos, cogemos las palas y empezamos a cavar una plataforma. Poco a poco, sin prisas, que aun quedan horas para que den las uvas…
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Foto 9 : Palendo durante la construcción de la plataforma donde plataremos la tienda |
La nieve polvo es mas pesada y da mas trabaho de lo que esperábamos. Primero hay que cortarla con la pala en sentido vertical. Después retirarla horizontalmente en pequeñas porciones tomadas de la superficie. Si no se hace así el paleo enseguida mina las fuerzas y no tardan en aparecer calambres en los brazos. El ejercicio es intenso y pronto sudamos como gorrinos.
El hueco ha de permitir montar la tienda de forma holgada y nivelada y protegerla del viento que sopla desde lo alto del valle (E). Entregados y concentrados en nuestra labor, paleamos cada uno en una sección de la “obra” dándonos de cuando en cuando un pequeño respiro. Es una currada de muerte pero nos parece tan interesante como divertida. Media hora mas tarde tenemos una plataforma de unos 4 metros de diámetro con el suelo mas o menos compacto, que en la parte posterior (E) presenta un escalón vertical respecto la ladera de unos 60 cm. Satisfechos de la obra civil pasamos a instalar la carpa del circo…
Sin deshacer las mochilas sacamos la bolsa de la tienda. Es tipo iglú, con faldones y dos varillas cruzadas que la hacen autoportante y fácil de montar. Pronto la tenemos centrada en la plataforma. La entrada se encara al fondo del valle (O), donde se ve en la lejanía las luces de los apartamentos del Pla de l'Ermita, mientras que la parte trasera queda protegida por el escalón vertical. La fijación al suelo la hacemos sobre nueve piquetas de 25 mm y 35 cm que nos hemos fabricado con perfil de aluminio para que ofrezcan cierta resistencia en la nieve. Así y todo, hemos de hacer una buena compactación de la misma para conseguir que los vientos y tirantes de la tienda queden tensos y bien fijados. Finalmente acabamos de afianzar los tres tensores mas importantes (los que han de ofrecer mayor resistencia al viento) con los dos piolets y una de las palas.
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Foto 10 : Encarna iniciando el "amueblado" del interior de la tienda
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Montado el chamizo llega el turno de los acabados… Hacemos un rebaje de medio metro de hondo que ocupa la mitad del suelo del avance de la tienda. Nos permitirá entrar y salir de la misma mas fácilmente. Después cavamos una zanja con la nieve compactada de unos cuatro metros hasta detrás de un árbol donde estará la zona de letrinas. Por último hacemos un nuevo rebaje para poder cocinar… Poco antes de las 20.00 h damos la "obra civil" por finalizada y pasamos a la fase de “amueblado”…
Sentada en el escalón de la entrada de la tienda, Encarna se saca la carcasa de plástico de las botas y con los botines se mete dentro. Le paso los aislantes de espuma para que las coloque en el suelo. Después le toca el turno a las mochilas, que previamente limpio de nieve. La tienda es amplia (2-3 plazas) y permite dejar los petates a un lado manteniendo un espacio libre generoso. El proceso continua con las colchonetas "auto-hinchables" que se tienen que hinchar, sobre las que se extienden los sacos. Después se deja a mano la ropa de uso, la comida, etc.
Encarna me pasa el fogón y, fuera de la tienda, empiezo a fundir nieve mientras espero sentado en un pequeño trozo de aislante que he traído con este fin. Por lujos que no falten... Me siento tranquilo, feliz, en paz conmigo y con todos. Qué lejos están las tensiones y los problemas del día a día…
De cuando en cuando una ráfaga de viento sacude la tienda y barre la ladera arrastrando partículas de nieve helada. El cielo esta negro como el culo de un grillo. No hay luna, ni estrellas. La única claridad proviene de una luz pálida y muy tenue que refleja la superficie nival. Cuando no hay aire el silencio es casi total. Sólo se percibe el ruido monótono del fogón, el rumor apagado de agua fluyendo bajo la nieve, el canto lejano de un pájaro trasnochador y pequeños sonidos de origen desconocido.
En veinte minutos Encarna organiza el interior de la tienda y yo obtengo un litro de agua fundida que guardo en una botella de plástico. Llegó el momento de entrar en el refugio. Desplazo el fogón al avance, me siento en el escalón de la entrada y me saco las botas. Al momento noto frío en los pies, que dentro del botín estaban la mar de calientes. Siguiendo el ejemplo de mi mujer, me calzo los peucos de pluma. Después extraigo los botines de las botas, dejándolos en la parte superior de la tienda, donde están los sacos, mientras que la carcasa exterior se queda en la parte inferior, junto a la entrada. El termómetro que hemos colgado en el exterior marca -7ºC y el que está dentro de la tienda 3ºC ¡que calor!. Encarna ha organizado el habitáculo perfectamente. Nada está por en medio, pero todo está a mano y localizable. El tiempo pasa volando. Son las 20.45 h y tenemos hambre. Llegó el momento de preparar la cena de Nochebuena.
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Foto 11 : Esperando mientras se funde la nieve... |
Manteniendo el doble techo del avance medio abierto para facilitar la extracción del vapor, aseguro el fogón en la base del escalón. Después lo encendemos y vertemos en el puchero de aluminio los dos botes de caldo gallego que hemos traído para la ocasión, tapándolo seguidamente (algo muy importante).
Mientras se calienta el primer plato Encarna prepara unos entrantes de queso y embutido. Yo me peleo con el sintonizador del pequeño transistor. En FM no hay manera de coger nada y en AM sólo emisoras francesas. ¡Hay que joderse! No estoy dispuesto a que me canten las campanadas en francés, así que me saco los guantes y me concentro en la operación. Mi esfuerzo se ve compensado al lograr sintonizar un programa de RNE llamado “radio-pasión”, en el que los locutores cantan parodias de canciones famosas (algo parecido al famoso tele-pasión de TV1). Es bastante cutre y se oye regular, pero por lo menos es de aquí… Celebramos este pequeño éxito con un trago de vino de la bota que entra de maravilla.
El aroma del potaje inunda el habitáculo anunciando que el primer plato ya está listo. Repartimos el contenido del puchero en dos cuencos y nos zampamos con deleite esta delicatesen. Encuentro a faltar unas guindillas picantes y algo de ensalada. Tomamos nota para la próxima vez… El segundo plato es una hermosa tortilla de patatas que está de muerte. Por último llegan los postres en forma de mandarinas, galletas, bombones, neulas, polvorones y un café vienés.
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Foto 12 : Un pésimo selfie dentro de la tienda |
A las 22.30 h ya henos cenado. Limpiamos y recogemos los trastos. En la radio una mujer parodia a Rocio Jurado con la canción “Como yo te lamo”, cuya letra no tiene desperdicio. Dentro de la tienda la temperatura se mantiene en 1-2ºC y el ambiente esta muy cargado de humedad (al intentar hacer fotografías se empaña enseguida el objetivo de la cámara). Salimos al exterior. El frío es intenso, según el termómetro -9ºC. Volvemos al “calor” de nuestro refugio y nos metemos en los sacos de plumas donde se esta caliente y bien. Ahora sólo nos queda esperar e intentar no dormirnos…
Los berridos de un locutor anunciando que faltan pocos minutos para la media noche, nos sacan de nuestro letargo. Rápidamente cogemos las uvas y permanecemos a la escucha. No tardan en llegar los cuartos, después los campanadas y el clásico atragantado. El 2008 ya es historia. ¡Viva el 2009! Del fondo del valle llegan sonidos de cohetes y petardos que retumban en las montañas. Abrimos una pequeña botella de cava y brindamos por nosotros, nuestras familias y los amigos. También tenemos un emocionado recuerdo para los que ya no están…
La fiesta se alarga poco. Salimos para hacer una última expedición al lavabo. Se mantienen los -9ºC, el cielo se ha despejado parcialmente y lucen algunas estrellas. Rápidamente volvemos a la tienda y al bienenstar de los sacos. Un beso, las buenas noches y, ahora sí, nos dejamos caer sin manías sobre los brazos de Morfeo. Se levanta un viento racheado que sacude la tienda. Poco importa. Mañana será otro día… |
Foto 13 : Nuestro refugio con las primeras luces del día. Detrás la vertiente norte del Castell de Moró tapizada de nieve |
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Foto 14 : El Aneto (a la izquierda) y otras montañas iluminadas por los primeros rayos de sol |
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Foto 15 : Calentando agua para desayunar |
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Foto 16 : Recogiendo los trastos... |
Jueves 1 de Enero del 2009. Tras una noche tranquila nos despertamos pasadas las 8.00 h. Saco la cabeza de la tienda y veo que el cielo esta parcialmente cubierto de nubes finas. Un sol tenue y anaranjado tiñe levemente las partes mas altas de las montañas. El termómetro exterior marca -10ºC y el de dentro de la tienda -1ºC. Tras una rapidísima incursión al aseo, vuelvo al calor del saco y sigo durmiendo...
Cuando vuelvo a abrir los ojos hay bastante mas luz y sopla el viento. Son las 9.10 h, hora de levantarnos. Poco a poco vuelve la actividad a nuestro refugio. Nos vestimos, guardamos los sacos y otras cosas en sus fundas y las dejamos en el fondo de la tienda. Al mismo tiempo el fogón vuelve a calentar.
Desayunamos embutidos, galletas, algún que otro “resto” de la cena y un capuchino. Ponemos en la mochila algo de comida y aquello que normalmente llevamos en una ascensión. Finalmente nos calzamos las botas, En el exterior se está bastante bien. La temperatura ha subido (el termómetro marca -4ºC), el cielo sigue igual y la nieve continua blanda. Nos calzamos las raquetas, cogemos los piolets y los bastones, cerramos la tienda y partimos sin tener muy claro adonde vamos (10.10 h).
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Fotos 17 y 18 : Dejamos la tienda con buena parte del equipo y partimos hacia el Port de Rus |
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